LE EXPLOTO EL CORAZON DE MADRE, Lidia de Aventin, era una sonrisa plena, desborada de felicidad, de abrazo en abrazo.

 

La mamá de Diego, flamante campeón de Turismo Carretera, disfrutaba a pleno ese momento tan esperado, buscado y esquivo. Hasta que finalmente llegó.

 

Incondicional como toda madre, junto a su hijo durante tantos años, a su lado en los autódromos, si bien ocupando un discreto papel que la llevó a mostrarse poco y nada junto al «nene». La mujer se sacó las ganas de festejar como Dios manda, la gran conquista de su hijo.

Lidia como otros integrantes de la familia Aventin, con remeras blancas con la imagen de un puma adelante y en la espalda con la leyenda: «Merecés lo que sueñas». «Se nos ocurrió –dijo– la frase a mis hijas y a mí, no quisimos ser agresivas».

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Conocedora de como hay que manejarse en el ambiente, ¡son años al lado de un esposo corredor y de un hijo corredor!, no se olvidó de agradecer a «todos los chicos del equipo por lo que han trabajado para que se diera el campeonato de Diego». «Sin dudas -apuntó- Diego ha logrado un título que tanto merecía luego de muchos años de lucha; ¡esperamos mucho este título!, estamos felices!», exclamó, «se nos hizo, gracias a Dios, han sido años de mucho esfuerzo».

El Pumita había dicho que ganar o perder el campeonato no le cambiaba la vida, casi sin inmutarse como ha sabido ser su costumbre, su forma de vida porqué no, «a Diego hay que conocerlo muy bien, desde chiquito siempre fue muy cuidadoso pero no es una piedra, sufre y siente mucho las cosas. A el como a todos nosotros en la familia, nos han dolido las críticas injustas que le han hecho a el y a mi esposo (Oscar); por eso quizá, un poco cansado de esas cosas Oscar decidió tomar un poco de distancia», apuntó la mujer a Visión.

 

De las críticas, los cuestionamientos hacia Diego, las suspicacias que se hicieron costumbre, también se ocupó Lidia de Aventin, «quizá por esas críticas, Diego cometió ese error (refiriéndose a cuando ganó en La Pampa y al hablar en la conferencia de prensa, tiró aquello de Maradona «que la sigan chupando», luego del tan polémico final en el que Ortelli sacó de pista a Rossi y lo dejó sin victoria)».  «Mi hijo siempre ha estado acribillado por críticas injustas y tambien le ha dolido las que le han hecho al padre, muchas veces han sido ofensas, por eso no aguantó más y dijo lo que dijo en La Pampa, pero el no es de responder de esa forma», aclaró mamá Aventin, como toda madre, orgullosa de su hijo.

A diferencia de su esposa, al Puma el domingo post-carrera y con el Pumita consagrado campeón, no se lo vio como era de suponer en la sala de conferencias del autódromo. Prefirió el festejo más  íntimo en su motorhome. Al hablar en el programa Largaron (AM950), señaló que a Diego el título «le costó más de lo que debido por el trabajo que hizo; el TC es muy difícil, no es ninguna novedad y la Copa se pelea hasta la última vuelta, es muy duro ganar un campeonato».

Reconoció el Puma que el logro del Pumita «lo estamos disfrutando, festejando muchísimo toda la familia, esto es una histeria colectiva (sic). No hay que olvidar que mi último campeonato fue hace 22 años y los chicos (de su familia) no lo vivieron, ahora si lo viven y lo estamos gozando todos; le agradezco a este chico fantástico (por su hijo) por haber salido campeón».

No pasó por alto Aventin, el botellazo arrojado desde la tribuna al paso del Ford de Diego cuando faltaban pocas vueltas, «ese botellazo le pegó en la goma derecha y la pisó, algo propio de un inadaptado, una locura», sostuvo antes de remarcar «nadie puede dudar de este triunfo luego de tantos años de lucha».

Por C.S

Foto: VA

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