TE SENTAS FRENTE al volante y por un instante…, podrás pensar «acá maneja Loeb».  ¿Para tanto?; bueno, quizá no, pero estás arriba de un Citroen DS3.

 

El auto que en su versión de carrera, es junto al múltiple campeón amo y señor del Rally Mundial, desde ya a un costo sideralmente superior a los, por ejemplo 164.960 pesos que cuesta la versión probada por VisiónAuto, o 169,460 si te inclinás por la más reciente, hace poco lanzada, dotada en el tablero con navegador satelital.

Los autos de Citroen identificados con la sigla DS, desde su aparición en los `60, han dejado su impronta entre los tantos modelos de la marca francesa. El DS3 con su carga de sofisticación por el diseño, el estilo vanguardista y sugerente, va en el camino de sus notables antecesores.

Su formas, las combinaciones (nueve en total) de colores provocativos a los que se sumó hace poco el fucsia en el techo que viene con el blanco o negro, lo acentúa como un objeto de deseo. Lo ha comprobado VA. También se constata – no había dudas- el rango de auto deportivo le cae como anillo al dedo. Motor naftero con turbo y 156 caballos, la caja de velocidades de accionamiento preciso y con mínimos recorridos en cualquiera de los 6 cambios. Las suspensiones  en línea con el espíritu del DS3, firmes más allá del piso por el que se transite, hacen notar que el auto está elaborado no sólo para mirarlo, si no también para disfrutarlo y ni hablar si tu estilo de manejo es picante. Desde ya!, sin infringir norma de tránsito alguna…

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¿De donde surgió la sigla DS?, alude al concepto de «diferent spirit», y la verdad se siente, se percibe ese espíritu en cada punto del auto que mires; la línea agresiva, el amplio parabrisas con fuerte inclinación. La parrilla te impresiona, la verdad es una de las partes más logradas con la sección de metal cromada como las aberturas de las puertas, lo mismo que  los espejos retrovisores y la estilizada bagueta lateral. Y después, las llantas de avanzado diseño en 17 pulgadas; cuando lo mirás te resulta armonioso y seductor por donde lo veas.

                                  El tentador murmullo del motor

Cuando lo ponés en marcha, si agudizás el oído, sentís en alguna aceleradita en vacío, el murmullo del motor 1.6 más turbo e intercambiador de calor, inyección directa, doble árbol de levas a la cabeza y los 156 CV que si lo pisás, te pueden hacer viajar un poquito más de los 215 km/h. Que mejor para los que nos apasionan los autos, ¿no?.

Eso sí,  si pensás en el DS3, además de tener el efectivo para llevartelo, se supone que tu familia no es numerosa. Adelante el piloto.. ehh, el conductor y acompañante viajan cómodos. No pueden decir los que deben sentarse atrás, tenés que ser en todo caso de baja estatura…

 

El tablero marca otro punto distintivo en el DS3, los indicadores dentro de marcados conos; velocímetro al centro y en el mismo espacio la aguja de temperatura de agua; a la izquierda el cuentavueltas que da gusto como trepa la aguja cuando lo acelerás; y acelerá en serio! eh?. Bien sentado (los asientos son calefaccionados) en una posición de manejo que podés seleccionar a tu gusto y comodidad, con el volante forrado también en cuero como el tapizado en el DS3 probado, el auto te moviliza y un poco más cuando suena el equipo de audio HiFi con CD, MP3, bluetooth y vas viendo las opciones que te tira la computadora de abordo.

La seguridad está muy bien contemplada, a los dispositivos que te contamos antes, sumá el control de estabilidad y los 6 airbags (frontales, laterales y en el techo), además cinturones de seguridad con sistema isofix y encendido automático de luces.

 

Claro, en el comportamiento de las suspensiones firmes -accionan como un deportivo que es de lo que se trata, comprobás que vas arriba de un auto brioso. Suspensiones que te hacen sentir dueño de la situación y del coche; copian el terreno y proporcionan junto a los neumáticos 205-45-17, una gran tenida apoyada además en los sistemas ABS, AFU y repartidor de frenada (discos en las 4 ruedas). Acentuada en rutas y caminos cuando la dirección endurece en forma progresiva, mientras que en ciudad tal vez si te gustan los autos más tranquilos, notarás la diferencia.

Disfrutarlo cuesta nada y porque no por ahí, pensar en las maravillas que hace Loeb arriba del DS3

Fotos VA
Por Carlos Saavedra

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