UNA SUPERIORIDAD TREMENDA.

Si en la tarde de diciembre de 2021 en la que Max Verstappen le ganó en la última vuelta de la última carrera del torneo la corona mundial de Fórmula 1 a Lewis Hamilton, te decían que a partir de ahí sobrevendría una racha de 24 victorias del neerlandés contra ninguna del inglés… ¿cómo hubieras hecho para creer eso?

Bueno, es lo que ocurrió.

Muchos fanáticos se ilusionaron con que la pole-position de Hamilton en el reciente Grand Prix de Hungría pudiera ser el punto de inflexión en la Fórmula 1 de 2023.

En realidad, parecía difícil dado que Hamilton solo había sido 0s003 (tres milésimas de segundo) más veloz que Verstappen. Sabiendo que el RB19 camina mucho mejor en la carrera que en la clasificación, ya se veía como muy probable que Hamilton no pudiera derrotar al actual bicampeón.

Y eso también ocurrió.

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¿Cómo puede ser 24 a 0? La explicación es simple aunque no genere una corriente de simpatía. No tiene que ver con la edad de Hamilton ni la agresividad de Verstappen. La capacidad conductiva de ambos es la frutilla del postre, pero no la raíz de esta diferencia increíble.

Después de aquella carrera de AbuDhabi, se aplicó el nuevo reglamento técnico, que recuperaba el uso del Efecto Venturi que genera un tipo de downforce con menos drag (resistencia al avance) que la producida por carrocería y alerones.

Ese reglamento “aterrizó” sobre los equipos más competitivos de la Fórmula 1. ¿Y qué efecto tuvo?

En Mercedes ya no estaba James Allison, el cerebro técnico que había concebido los chasis campeones entre 2014 y 2020. Mike Elliott, su reemplazo, no estaba a su altura. Tanto, que su primera obra, el W13, logró que Hamilton afrontara el primer año de su campaña iniciada en 2007 sin ganar una sola carrera…

En Ferrari, el director técnico era el mismo Team Principal: Mattia Binotto. Pero el ingeniero suizo es un especialista en motores, no en chasis. El verdadero especialista, Enrico Cardile, tampoco es un dechado.

En RedBull lo estaba esperando con los brazos abiertos Adrian Newey. Es un gurú de la aerodinámica, lo que ya era una ventaja sobre los otros dos equipos.

La otra gran ventaja es que, a diferencia de cualquier otro mortal en la Fórmula 1 de hoy, Newey estaba allí cuando el Efecto Suelo estaba en pleno auge a comienzos de los ‘80. Fue el único que entre los técnicos actuales que advirtió el oculto regreso del porpoising, tan común en aquella era. Y, por lo tanto, RedBull fue el equipo que menos lo sufrió.

Una creencia general es que Newey diseñó la aerodinamia de este RedBull RB19 tan competitivo, que lleva 12 triunfos consecutivos, record absoluto en la Fórmula 1. Pero no: Newey tiene una cincuentena de ingenieros para que le diseñen las formas del coche según su voluntad.

En realidad, se dedicó a diseñar las suspensiones de su antecesor, el RB18, para impedir cualquier trazo de porpoising, y afinó el diseño para este año, con efecto Anti-Dive en las suspensiones delanteras (tal como en el RB18) y efecto Anti-Squat en las traseras.

Mercedes se perdió un año y medio de trabajo con el concepto original de Elliott. Y sigue sufriendo, pese a que Allison regresó a su cargo y desecharon los pontones «zero-pod» que parecían las raíces de su mal. “El problema no es que el auto tenga más o menos downforce”, reconoció Toto Wolff, “sino que es impredecible”.

Y como el W14 es impredecible y el RB19 es tan ideal que, según Verstappen, “hay momentos en que es delicioso manejarlo tenga el compuesto de cubiertas que tenga”, la diferencia es infranqueable.

A eso es preciso sumarle la diferencia interna que existe en RedBull, ahora que Verstappen anuló definitivamente la eventual competitividad de Sergio Pérez, que provoca que el neerlandés sea quien que recoja en soledad los frutos que caen del árbol del RB19. Eso acentúa la ventaja relativa que el bicampeón amasa sobre el siete veces campeón.

Desde el GP de Bahrein de 2022, el 20 de marzo, transcurrieron a grosso modo 16 meses. En ese periodo se disputaron 33 Grands Prix de Fórmula 1. ¿Cómo se repartieron?

Entre los pilotos                                   Entre los equipos

Max Verstappen: 24                             RedBull: 28

Sergio Pérez 4                                      Ferrari: 4

Charles Leclerc: 3                                 Mercedes: 1

Carlos Sainz: 1

George Russell: 1

(Lewis Hamilton: 0)

Desde el 5 de diciembre de 2021, hace casi 20 meses, Hamilton no gana un solo Grand Prix. Está más crecido, claro, pero no se volvió un mal piloto. En Hungría, Mercedes preparó el W14 para la clasificación, con la idea de ganar la pole y luego resistir todo lo que Hamilton pudiera: si eran posible 70 vueltas, mejor todavía.

Pero el inglés no resistió ni una curva. Y Max siguió sumando.

Aunque real, 24 a 0 es simplemente un resultado (y un título) provocativo. Lo importante es entender lo que hay debajo. Eso intenta esta nota.

 

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