LA COMPAÑÍA AMOGY REACONDICIONÓ UN FREIGHTLINER CASCADIA 2018 PARA QUE SEA PROPULSADO CON NH3 Y CERO EMISIONES CONTAMINANTES.
La empresa creada por cuatro ex alumnos doctorados en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT en sus siglas en inglés) tiene como objetivo primordial reducir la descarbonización del sector del transporte pesado, acelerando el proceso global hacia Net Zero 2050.
Así, y tras lanzar sus operaciones en Noruega, Amogy Inc., se presenta como la pionera en soluciones de energía densas de amoníaco, libres de emisiones. En un parte de prensa, remarca que luego de integrar su tecnología en un dron de 5 kW en julio de 2021 y en un tractor John Deere de 100 kW en mayo de 2022, en estos primeros días del 2023 logró probar con éxito su tecnología de conversión, en un camión de 300 kW.
Después de una carga de combustible de ocho minutos, el camión Clase 8 (segmento extrapesado para el mercado argentino) se probó durante varias horas en el campus de la Universidad de Stony Brook, en Nueva York. El equipo de Amogy continuará con ensayos a gran escala, en una pista de pruebas, para mostrar el rendimiento del camión en diversas condiciones operativas del mundo real.
¿Por qué el amoníaco?
Pues se considera una solución viable y sostenible para las industrias de camiones pesados (Incluso las navieras). Lograr bajar las emisiones es todo un desafío, independientemente de las diferentes variables que se están desarrollando actualmente. Según Amogy (que cuenta entre otros inversores con Amazon’s Climate Pledge y Saudi Aramco) su sistema de conversión de amoníaco en energía (por electrólisis) puede permitir más fácil y rápidamente la transición de la industria de los motores diésel a tecnologías alternativas.
La tecnología patentada permite el craqueo del amoníaco en hidrógeno, que luego se envía directamente a una celda de combustible para impulsar el vehículo. El amoníaco líquido tiene una densidad de energía que es aproximadamente tres veces mayor que el hidrógeno comprimido y requiere mucha menos energía, lo que hace que su almacenamiento y transporte sean rentables.
El amoníaco presenta un camino claro hacia una cadena de valor de combustible sin carbono en todos los sectores de transporte pesado gracias a la infraestructura de transporte y almacenamiento existente. Como producto básico mundial, ya se producen y transportan 200 millones de toneladas de amoníaco cada año, lo que lo convierte en un combustible alternativo ideal y accesible, destaca la compañía en su comunicado de prensa.