EL GANADOR QUE SALIÓ EN CAMILLA

EL  INTUIDO FINAL SE MEZCLÓ CON LA IMAGEN MENOS ESPERADA.

El TC no agota su capacidad de asombro. De vez en cuando se manda alguna, como la que se dio en el húmedo y caluroso domingo de Concordia, ante la contundente y dominante imagen que sobre el Chevrolet mostró Matías Rossi en pista, que tuvo la impensada rúbrica de la postal del ganador abandonando en camilla la sala de conferencia de prensa rumbo al hospital del circuito.

Una baja de su presión arterial por las altas temperatura soportadas en su auto (unos 60ºC), lo  quebró como no pudieron sus rivales en todo el fin de semana. Fue por encima que hasta faltando ocho vueltas Guillermo Ortelli, parecía tenerlo controlado en su camino rumbo a su segunda victoria consecutiva en el circuito  entrerriano, que no mostró la gran concurrencia de otros años, aspecto en el que seguramente tuvo que ver la difícil situación que atraviesan lugares de Entre Ríos por las inundaciones. Si hasta llegó a sacar cuatro segundos de ventaja, antes que dos entradas del auto de seguridad le devolviesen a la final el interés perdido.  Un trámite extraño por los altibajos de ambos, con un final que no sorprendió a quienes desde el jueves intuyeron un domingo feliz de Matías .

“Pensaba que terminaba segundo pero un error de Guillermo me dio el triunfo”, admitió Matías en su primera y única  declaración antes del inconveniente físico, casualmente o no, efectuada ante el canal que televisa las carreras de TC. Recordó así el leve despiste que el Guille tuvo en la vuelta 18 y que le abrió la puerta de su victoria número 19 en el TC. “Quise hacer a fondo la zona de la salida de la chicana y el auto se me fue un poco”, declaró Ortelli, más sofocado y extenuado que amargado por otro triunfo que dejó escapar. Le quedó el consuelo de ser el contendiente que en carrera tuvo Rossi, luego que en la serie, Matías liquidó rápidamente el pleito con Agustín Canapino. Esta vez no hubo asperezas, pese a un par de sobrepasos, ante la contundente superioridad  del Chevrolet de Matías. Y hasta hubo un saludo de Agustín a Matías en el Parque Cerrado.

Pareció  de otra historia ver en la sala de conferencia tirado en el piso, rodeado de los médicos, al piloto que minutos antes había dominado con contundencia en la pista e incluso había tenido la lucidez para aprovechar un error de su rival para efectuar un sobrepaso clave. Apenas sentado en el panel  Matias se sintió mal y fue llevado a la parte posterior de lugar donde Ortelli y el relevante Juan Martín Trucco quedaron como protagonistas de una conferencia de prensa  que no pareció oportuna ante ese escenario y que ambos quisieron terminar lo antes posible.

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El nerviosismo que suele apoderarse de los protagonistas cuando la historia sale del carril de lo ideal, se reflejó nuevamente cuando en cumplimiento de sus tareas los fotógrafos quisieron captar la imagen de Rossi tirado en el piso y atendido por los médicos. “Vos no tenés porque sacar esa foto” ,le recriminó un asistente y amigo de Matías a un reportero local. Hubo otros casos que se repitieron cuando por la parte trasera Rossi fue ingresado en camilla a la ambulancia para trasladarlo al hospital del circuito. “Esto no tenés que filmarlo”, le ordenaron de mala manera a un camarógrafo.

Lamentable, porque fueron frases que se creían sepultadas de otros tiempos de menos dialogos. Sirvieron también para preguntarse porqué hay tanta resistencia a mostrar esas imágenes, que obviamente no son tan agradables pero que también forman parte del espectáculoy hacen a la información periodística. ¿O acaso en fútbol no ves imágenes de jugadores lesionados saliendo en camilla?.

A las cuatro de la tarde, Matías ya estaba recuperado y en la sala del hospital del circuito atendió al periodismo.”Me descompensó el golpe de calor que empecé a sentir cuando estaba el auto de seguridad” , contó. Todavía no estaba enterado que la clasificación había quedado en suspenso por razones técnicas, al llevarse para su análisis las levas de los autos del propio Matías, Ortelli, Trucco, Martínez, Gianini, Silva y los hermanos Próspero y Nicolas Bonelli. “No hubo ninguna  denuncia  y simplemente las llevamos para analizarlas más a  fondo”, le comentó Roberto Saibene, uno de los comisarios deportivos, a Visión. Horas antes los pilotos habían reconocido que en la reunión del sábado por la tarde., trataron con las autoridades de la ACTC las crecientes sospechas sobre la existencia de autos fuera de reglamento, y pidieron revisaciones más exigentes en los motores. Esta clasificación en suspenso ¿habrá sido la primera consecuencia de ese pedido?.

Por Miguel Sebastián (Especial desde Concordia)

Fotos: AIF, prensa ACTC y VA

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