LA TIENEN CLARA.

“Censura no, respeto sí”. Es el concepto con el que, con sus diferentes matices, han coincidido la mayoría de los pilotos de Turismo Carretera, como comentario a la particular decisión de la Comisión Asesora y Fiscalizador (CAF) de la ACTC  que advirtió luego del «episodio Canapino» en La Pampa, sobre sanciones a “los pilotos que con sus declaraciones perjudiquen la imagen deportiva del automovilismo, en especial al ente fiscalizador ACTC».

Como la mayoría de sus colegas ,Jonatan Castellano considera que la vara para evaluar las declaraciones debe fijarse en el respeto y las buenas formas.

A la luz de antecedentes y de la incertidumbre de saber cuáles son esas pautas, para fijar que tipo de declaraciones perjudican «la imagen deportiva del automovilismo, en especial el ente fiscalizador”, el fantasma de la censura empezó a rondar.

¿Son esas pautas aquellas que en 2017, le costaron una sanción a Alan Ruggiero, por opinar que debido al mal estado ”habría que dinamitar el circuito de Neuquén…”? ¿O las recientes de Agustín Canapino?, cuestionando el reglamento técnico vigente para los Toyota Camry y especial al de Matias Rossi, que parecen encaminarse silenciosamente al archivo sin otra advertencia que “toda comunicación entre los pilotos y el equipo podrá ser evaluada por la autoridades”. A propósitp, en medio de la alegría por su tercer triunfo en seis fechas, no se escucharon nuevos cuestionamientos de Agustín al Camry. ¿Habrá cambiado su opinión? O ¿algo se habrá modificado en el Toyota desde la carrera de Termas, visto su opaco paso por Rafaela?

Precisamente es Rossi, quien con su cuidado lenguaje descarta que la advertencia sobre declaraciones constituya algún tipo de censura. «No hay censura, sino que lo que se busca es cuidar las formas, porque los pilotos muchas veces bajamos calientes de los autos y decimos barbaridades…», ha dicho el Misil en un mensaje que avaló Facundo Ardusso cuando agregó, “para mí esto no cambia nada, porque siempre me manejé con respeto…”.

Pasaron 18 años pero todavía son recordados los insultos que, ante el colega de Carburando, disparó Juan María Traverso contra Gabriel Ponce de León tras el choque en Río Cuarto 2014.

Jonatan Castellano y Emiliano Spataro no creen ver censura pero…”No me gustan mucho esta clase de condicionamiento, pero hay que aceptarlas si es por el bien de la categoría”, ha señalado Pinchito quien recuerda la famosa ultraputeada de Juan María Traverso a Gabriel Ponce de León en Río Cuarto 2004, y con una sonrisa estima que “con las actuales reglas, al Flaco le darían cadena perpetua….”. Por su lado Spataro destaca que “prohibir las declaraciones es prohibir la libertad, pero ojo que no hay que sobrepasarse y siempre hay que declarar con respeto”.

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Con su particular y externamente distendido estilo, Emanuel Moriatis no ve censura a la vez que no mira con malos ojos cierto endurecimiento de las reglas. «Pese a que suena fuerte, a veces es necesario poner un poco de mano dura para que los pilotos entendamos y nos nos pasemos de los limites…» larga Emanuel.

Censura no, respeto sí. Esta debe ser la consigna que prevalezca para evaluar declaraciones y posibles sanciones, en el TC y en el automovilismo. Y descartar totalmente la censura que tan reprochable es. Recuperar plenamente el respeto, que como en tantas otras cosas de la vida, escasea en el automovilismo.

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3 COMENTARIOS

  1. Los pilotos: si nos van a censurar pero no podemos decir que nos van a censurar porque si no no corremos mas.
    Nadie se atreva a hablar mal de la ACTC y su glorioso regimen
    con amor
    niñita

  2. Con todo respeto, a esta nota no le encuentro el sentido. Qué van a decir los pilotos ??? No sería mejor investigar un poco ?

  3. De que respecto hablan los pilotos si no se saben hacer valer.
    Se dejan y dejaron pisotear siempre por los mandamases de la categoría a cambio de mantener sus privilegios y/o que no les retaseen los sponsor, o no los sancionen, en vez de actuar en bloque y poner las cosas en su lugar ante tantas arbitrariedades.
    Salvo algunos contados por los dedos del avestruz se atreven a enfrentarlos y así les vá pero por lo menos su conciencia el día de mañana no se los va a reprochar y podrán mirar de frente a sus hijos, demás familiares y amigos.
    Saludos

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