POR LA CONFIRMACIÓN.
Dejar la vara alta trae satisfacciones pero también algunas obligaciones. Por ejemplo, superarla o al menos mantenerla. Es lógico en función del permanente progreso que debe acompañar cada actividad en la vida.
El TC 2000 llegó a San Nicolás con el cercano y grato recuerdo del carrerón que se mandó en Rafaela. Un recuerdo que a la hora de las expectativas seguramente pesa en la espera de una repetición. Entendible, porque es fácil acostumbrarse a las cosas buenas pero no suena tan sencillo en la comparación de los escenarios. San Nicolás no tiene las largas rectas de Rafaela, escenarios de los múltiples sobrepasos que tanto entusiasmaron. Por el contrario es un circuito intrincado con curvas cerradas, como consecuencia de un espacio no tan amplio instalado sobre el original predio ferial.
Igual no hay que dejar de lado las esperanzas de ver un buen espectáculo. Incentivada por el positivo resultado visto en la pista rafaelina, la categoría prolongó la liberación del uso del Push To Pass desde la clasificación hasta la carrera final. No podía esperarse otra cosa. Queda por saber si para su utilización, especialmente en la extensa recta, se aumentará la potencia de los motores por encima de los 57 HP habilitados en Rafaela. Los pilotos lo creen necesario pero sin coincidir en la cifra. Hay quienes piden 25 HP, otros, el doble.
“En San Nicolás siempre se dan carreras peleadas. Para eso, la utilización del Push To Pass será determinante, junto con disponer de un auto on un buen ritmo” destacó Emiliano Spataro, quien tras una pausa de un par de fechas retornó a la categoría sobre el Fiat Cronos del FS Motorsport. Ocupa el lugar que dejó el peruano Rodrigo Pflucker, eso permite que en principio se repita la grilla de 18 autos vista en Rafaela. Ojalá también se repita el buen espectáculo.
Los primeros del campeonato: Leonel Pernía con el Renault Fluence del Axion Energy Sport al frente, 175 puntos; detrás Bernardo Llaver (Chevrolet Cruze/YPF Chevrolet), 168; Julián Santero (Corolla/Toyota Gazoo Racing), 168; y Agustín Canapino en el otro Cruze oficial, 138.