NO PODÍA FALTAR.

Y una vez más no faltó esa costumbre, esa mala costumbre, de las flamantes autoridades gubernamentales de hablar sobre un posible regreso de la Fórmula 1 a la Argentina. Como si no hubiese muchos, muchísimos otros temas prioritarios en este complicado momento económico del país.

Esta vez la voz oficial fue la del ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens.  ”Somos un polo de atracción deportiva, especialmente por los deportistas que tenemos. Nos gustaría trabajar para que dentro de unos años vuelva la Fórmula 1. Para Argentina sería muy interesante a nivel deportivo y turístico”, le comentó al diario AS de España antes de agregar que “si bien es una inversión importante creo que podemos trabajar con algunos sponsors privados para conseguirlo”.

En marzo del 2012, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sorprendió al anunciar, junto a sus ministros, el retorno de la Fórmula 1. Bernie Ecclestone no estaba ni enterado.

Desde que el 12 de abril de 1998, la Fórmula 1 transitó por última vez territorio argentino, muchas, variadas e incumplidas fueron las promesas oficiales del retorno de la Máxima, A mediados de la primera década del siglo XXI, la ansiedad del entonces presidente Néstor Kirchner chocó contra la realidad cuando su pregunta de “¿cuánto podemos ganar con la Fórmula 1?” recibió como dura respuesta el “no pensés en la plata que podes ganar sino en la que hay que poner.” Ahí se terminó su deseo de traer a la Fórmula 1.

Años más tarde, en marzo del 2012, y ya en ejercicio de la presidencia, su esposa Cristina Fernández fue más lejos. En una de sus tantas cadenas oficiales, sorprendió a todos con el anuncio del regreso de la Fórmula 1 pero no al Gálvez sino a un circuito callejero por construir en la zona de Playa Grande en Mar del Plata. Para afirmar su proclama, la rubricó con un intimidatorio “si no sale, te mato…” al por entonces ministro de Turismo Enrique Meyer. Todo esto sin que Bernie Ecclestone, por esos días, al frente de la categoría, estuviese informado. El inglés se tomó su tiempo para responder y fue terminante al fijar su posición. “La Fórmula 1 volverá a la Argentina cuando hablemos con gente seria” sentenció en septiembre poco antes de anunciar el calendario 2013 sin la presencia de la carrera en nuestro país. Por supuesto el tema se diluyó sin mayores explicaciones de las autoridades argentinas aunque por suerte sin peligro para la vida de Meyer.

Charlie Whiting recorrió el Gálvez en  el 2017 y marcó una serie de modificaciones para adecuarlo a la Fórmula 1. Estimó un gasto de 45 millones de dólares. Murió en marzo del 2019 sin tener una respuesta.

La llegada de Cambiemos no cambió la costumbre de planear el regreso de la Fórmula 1. Por el contrario, la potenció, a partir de los intereses de sus dirigentes en el Autódromo Oscar y Juan Gálvez. Se habló de obras, de un polo industrial y como hecho más concreto se vió a fines de agosto del 2017 la recorrida de Charlie Whiting, por entonces director de carreras de la Fórmula 1, al Gálvez con una serie de sugerencias para adecuarlo a la visita de la Máxima. El paso del tiempo cubrió con el olvido este proyecto y Whitting murió en la previa del Gran Premio de Australia 2019 sin saber en qué cajón dormían sus sugerencias. ”Traer a la Fórmula 1 sigue estando en nuestros planes pero éste no es el momento” fue lo máximo que se le escuchó decir, y con indisimulable incomodidad, a Diego Santili, vicejefe de la ciudad de Buenos Aires.

El festejo del ganador Michael Schuamcher, flanqueado por su escoltas David Coulthard y Eddie Irvine, es la última y lejana imagen del Gran Premio de Fórmula 1 en Argentina. Ya pasaron 22 años.

Ahora con el Frente para Todos en el poder, fue Lammens quien se subió a ese caballito de batalla que para los distintos gobiernos es hablar e ilusionar con promesas pero sin mayores argumentos concretos con el regreso de la Fórmula 1 a la Argentina. Es cierto que no prometió nada, pero dejó trascender un deseo que, si bien es suscripto por la mayoría, no es compatible con la realidad. Con esa realidad deportiva internacional de un calendario de 22 carreras que Jean Todt, presidente de la FIA, no quiere sobrecargar más y donde con mejores recursos económicos y políticos asoman Arabia Saudita y Miami. Y fundamentalmente con esa realidad nacional. donde una inversión aproximada de 300 millones de dólares, como por lo menos exigiría ese teórico regreso, no es compatible con esta actual política de ajuste con el manejo y control del dólar para los argentinos. Y mucho menos con necesidades básicas y prioritarias insatisfechas de buena parte de la población.

-publicidad-

Por eso, basta de hablar del retorno de la Fórmula 1. Por supuesto seria bueno que en algún momento volviese, pero por ahora no es posible. Por nuestra realidad económica, en cuyo contexto, mencionar el tema, no sólo suena desubicado, sino también irrespetuoso.

 

-publicidad-


5 COMENTARIOS

  1. “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para avanzar.” Eduardo Galeano.

  2. Contrariamente al contenido de la nota de VA. en esta ocasion le doy un credito a Lammens. Esperenos un par de años. Hay paises con mas dinero pero la F1 debe recuperar la pasion que sienpre ocupa un lugar en el automovilismo. Hoy no la.tiene. Para ello debera volver a paises con historia en el automovilismo en general y la F1 en.particular. y en ese grupo estamos. Le tengo fé al gobierno. Estos no venden humo. Pero dejemoslo andar un poco.

  3. El matrimonio entre la F1 y Argentina es inviable.Argentina no necesita a la F1,porque todavia somos de los pocos paises que tienen automovilismo propio respetable,de autos de turismo sobre todo(TC y sucedaneos…)porque despreciamos a los monopostos que languidecen dia tras dia…hoy los pibes quiren hacer karting 3 o 4 años,subirse un una temporada a la formula metropolitana para despues hacer la escalera del TC.O sea,el monoposto es una especie en extincion en estas pampas,lamentablemente.Por otro lado la F1 no nos necesita,por varios motivos.Primero,ya tienen a Brasil,el unico pais de peso en la region(Sudamerica).Segundo,el brillo de nuestra historia con la F1 termino en 1982 cuando se retiro el Lole,todo lo que vino despues fue muy pobre.Y para publico apasionado,les alcanza y sobra con Monza,Inglaterra,Mexico,Holanda,Japon,Spa,Monaco,etc,etc.Tercero,les interesa abrir nuevos mercados mas redituables economicamente(Arabia,Miami,segunda carrera en China,Vietnam¡¡¡¡)
    En conclusion,mas alla de los vendedores de humo,politicos de turno y fauna afin,concuerdo con Vision que es una tremenda pelotudez seguir insistiendo con traer a la F1.Mejor dediquemonos a fortalecer nuestro deporte,si todavia le cabe el termino.Saludos desde el sur.

  4. 100% de acuerdo con la nota. Obviamente muchos quisiéramos la vuelta de la F1 a la Argentina, pero eso no quiere decir que todo nuevo político en funciones tenga que prometer esa vuelta. Los políticos están muy acostumbrados a decir lo que la gente quiere escuchar, pero no piensan en cómo van a hacer para cumplir con sus promesas (y no siempre las cumplen, por no decir que casi nunca las cumplen).

Responder a Marcos Cancelar respuesta

Por favor escribí tu comentario
Por favor ingresá tu nombre