ES LA FLOTA DE CAMIONES ELÉCTRICOS PARA LA DISTRIBUCIÓN DE BEBIDAS EN LA REGIÓN METROPOLITANA DE SÃO PAULO.
Además del bajo impacto ambiental, con cero emisiones de contaminantes, otros beneficios esperados son la reducción del ruido en la ciudad, la reducción en la generación de otros residuos, ahorros por kilómetro recorrido y bajos costos de mantenimiento.
En comparación con los camiones diésel, los camiones eléctricos pueden reducir las emisiones de carbono y beneficiar al medio ambiente. Con una autonomía promedio de 110 kilómetros, los vehículos se recargan durante la noche en los centros de distribución, donde se realizaron obras civiles y modificaciones de instalaciones.
Una de las grandes bazas es el sistema de regeneración del motor, que cuenta con unos 100 sensores y nuevos controles electrónicos que utilizan la fricción de los frenos y la reducción de velocidad como fuente de energía para dar carga extra a las baterías, capaces de recuperar un 40% durante la frenada para hacer que el vehículo más eficiente.
Meticulosamente calibrado para operaciones severas, el motor también entrega 300 kW y un par de 2.150 Nm (nanómetros) desde las primeras revoluciones. La suspensión neumática permite suspender uno de los ejes para generar aún más economía en la operación.