SE DESPIDIÓ Julio Catalán Magni del Turismo Carretera luego de 205 carreras disputadas, subió 4 veces al podio y logró una pole position.

El motivo ¿lo sabés, no?, asumió como diputado nacional por la provincia de Tierra del Fuego por el Frente para la Victoria. Acá a VA le cuenta que piensa de su nueva vida en la política y no deja de ser muy autocrítico. Leélo.

“Creo que hacer una actividad tan competitiva como el automovilismo y complementarla a la responsabilidad que marca ser diputado de la Nación, no se puede. Las dos cosas ameritan mucho compromiso, dedicación y tiempo. Entonces, se me planteó dejar una de las dos para poder darle respuestas a los sponsors de TC cuando corro y a la gente que ha confiado en nosotros con el voto para ser su representante”, explica Julio acerca de su retiro, dicho sea de paso para los memoriosos: acompañante de Juan María Traverso en 1997 cuando salió campeón de TC.

Sobre los aspectos a mejorar en seguridad del deporte motor desde su nuevo puesto político, opina el Pingüino quien debutara en TC el 7 de fabrero de 1999: “No es que sea Julio diputado y a partir de ahí se pueda hacer algo. La categoría (TC ) nunca paró de trabajar. Sin dudas que uno desde el lugar que tiene va a colaborar en todo lo que pueda. Pero hay que ser conciente que es muy difícil lograr un automovilismo competitivo, duro, parejo, como es éste. Entonces, así se asume el riesgo pasándose un poco más de la raya como sucedió en Balcarce».

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“Exceptuando la ACTC, que es la única (entidad) sensata, los demás tienen que parar con la hipocresía. Se habla mucho de lo que hace el Turismo Carretera y sin dudas es la categoría que marca la tendencia. Es la única que trabaja en pos de los autódromos y que realmente se hace cargo de las cosas que pasan. Las demás categorías no lo hacen con ese nivel de compromiso y de responsabilidad”, afirma el Pingüino.

Respecto al gran debate acerca de las condiciones de los circuitos para correr, agrega “a los que se puede ir, hay que beneficiarlos con eso y a los que no, aprender a decir que no”.

¿Y cuánta responsabilidad tienen los pilotos, Julio? “Toda. Nosotros somos los que vamos arriba del auto, los que asumimos los riesgos, los que sabemos lo que se puede y no se puede hacer. Me parece que el 90 por ciento de las cosas que pasan es responsabilidad nuestra. Uno tiene que ser consciente que hay momentos en los que no se puede ir al ritmo que uno quiere y hay que aprender a levantar. No todos lo hacen”, se sincera.

Entonces, ¿qué hay que hacer?: “Contar con una mesa de diálogo entre todos, sincerarnos y sobre todo, tener autocrítica con lo que hacemos mal. Porque yo veo que en el automovilismo, la dirigencia en una parte y nosotros en otra nos quejamos arriba de los autos y pero no hacemos autocrítica. Buscamos siempre la paja en el ojo ajeno. Creo que todos hacemos las cosas con seriedad y responsabilidad y cuando se comenten errores hay que asumirlo. A partir de ahí, seguramente empezaremos a hacer un deporte más serio, más sustentable y con menos mentiras”, cierra el Pingüino… eh!, perdón señor diputado…

Por el equipo de VA

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