DE UNA PELICULA DE HUMOR NEGRO

ASOMBRADOS, CON ESTUPOR, los que estuvimos en el evento propuesto por Citroen en General Rodríguez, no pudimos más que repudiar el grave y a la vez grotesto proceder del diputado nacional, Felipe Solá.

Seguro que sabés lo sucedido, reflejado por los medios y por las redes sociales al toque, lo que ratificó que los personajes públicos, ante la explosión de las redes sociales, están mucho más expuestos y en enhorabuena que así suceda. Tanto que al toque del deplorable hecho sucedido, ya se daba a conocer.

Solá, luego de recorrer el amplio y diverso abanico partidario, siendo hombre de Menem, Duhalde, Kirchner y ahora pretendido referente del Frente Renovador que conduce Sergio Massa, el hombre que pretende erigirse en el eje de la nueva política que, supuestamente, volcará en caso de llegar a ser presidente, cometió un desliz muy serio.

Desde ya, pudo estar enojado,fastidiado por el ruido proveniente del Citroen C-Elysée de WTCC, conducido por Pechito López acompañado por caras conocidas y sobretodo los chicos con capacidades diferentes de la Fundación Bacigalupo, con la que Citroen Argentina articula acciones en el marco del programa de responsabilidad social empresaria, mientras sus compañeros Yvan Muller y Sebastian Loeb atendían a los medios y no se perdían la ocasión de degustar tan sabrosos choripanes (quien esto escribe, tampoco…).

Se lo notó furioso a Solá, y ahí fue donde se despitó y feo, supongo que de haber sabido los numerosos medios de prensa que había en el lugar, habría atenuado su reacción de «hombre que las tiene bien puestas». Como hombre público, aunque pudiera asistirle parte de razón y lleve en su mochila diferencias con los propietarios del «Owners Club» donde ha sido instalada la pista privada, en modo alguno puede justificarse su reacción que choca de frente con un hombre de la democracia, asemejándose su reacción con dichos vaya si patoteriles, semejantes a la de tantos de una época funesta que padeció la Argentina.

Solá sostuvo exaltado que el circuito está habilitado para autos clásicos y antiguos, pero no en el caso de los de carrera, y se despachó con una frase muy desafortunada: «yo tengo más bolas que ustedes y por eso hago lo que quiero”.

Difundido el tan sonado episodio, Solá intentó explicar en distintos medios, lo que según su juicio, había pasado; también utilizó su cuenta en twitter. «Tengo un conflicto con la pista de autos. Nunca debió habilitarse y han llenado de agua barrios vecinos humildes ( Esperanza, Moreno)”, citó.

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Y apuntó, “No crio caballos, no la vi a Juanita Viale (una de las invitadas de Citroen) y mi custodia se quedó al lado del auto sin meterse en nada. Vivo ahí y acumulé rabia. Mis disculpas”. Sobre la presencia intimidatoria de sus custodios, explió «tengo custodia desde que salí de la gobernación porque fuí amenazado muchas veces. Eché a 3000 policías por corrupción y eso no es gratis”.

Ah!, te hablaba de los sabrosos choripanes; claro, hasta que irrumpió el diputado Solá, lookeado sin bigote, arriba de imponente y costosa Subaru, con dos «amigos» acompañándolo, sus guardaespaldas; uno ostentando un arma larga de guerra y otro una pistola. Una película de humor negro. Ah!, con políticos con el tipo de alucinantes procederes como las de Felipe, ¿así piensa Massa barajar y dar nuevo en el país?.

Por Carlos Saavedra
Fotos: gentileza Santiago Di Pardo e Infonews.

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