SE ACERCA el Rally de Argentina y los entendidos ya están ansiosos imaginando el duelo entre los Sebastien franceses , Loeb y Ogier, que alguna vez fueron no muy buenos compañeritos en Citroen y hoy habitan veredas diferentes (Loeb sigue en Citroen y Ogier es la estrella de Volkswagen) y viven situaciones bien distintas. Cargado de gloria y títulos, Loeb está casi retirado mientras que Ogier viene embalado con tres triunfos consecutivos en Suecia, México y Portugal que le dieron un cómodo liderazgo en el Mundial.
A diferencia del 2012, este año habrá un argentino para mirar en el Grupo mayor del Rally Mundial. No, para esperar que le haga fuerza a los grandes sino para alentarlo para que complete la vuelta.
Esa también es la intención Gabriel Pozzo, el piloto en cuestión, quien antes de largar ya dio un volantazo. No estará con el Mini Cooper del Motorsport Italia con el que inicialmente se inscribió sino con uno de los Ford Fiesta de M-Sport, la escudería regenteada por el legendario Malcom Wilson y que tiene la representación de Ford en el Mundial. Usará el auto que habitualmente conduce Nasser Al Attiyah, y tendrá como compañeros al noruego Mads Ostberg, el ruso Evgeny Novikov y el belgaThierry Nouville
Semejante cambio obviamente motivó un notable incremento en el presupuesto. «De los 100.000 dólares que pagaba por el Mini pasó a poner 200.000 para subirse al Ford …», escuchó decir VA con tonada cordobesa de alguien muy cercano a la organización nacional,entusiasmado con el salto de calidad dado por Pozzo. Ojalá los resulatdos justifiquen el esfuezo económico.
Bien por Gabriel y el incremento en el costo creo que esta bien por las diferencia de auto ya que es uno del equipo que pelea la punta con Ostberg aunque seguramente no va a ser igual y los Mini los deben estar alquilando para salvar un poco los u$s invertidos ya que el proyecto fue un fracaso.
Lásima quee sta oportunidad llega 10 años tarde.