MUCHA AGUA EN EL DESIERTO.
Así sólo los pilotos y máquinas tienen en las difíciles exigencias del Dakar sus grandes obstáculos. También el propio Dakar afronta en el factor climático un escollo, muchas veces insalvable. Quedo reflejado en la tercera etapa que unió Alula con Hall, con esa torrenciales lluvia que acompañadas de caída de granizo, aparecieron en el tránsito del Desierto de Ha´ll. Un verdadero caos de agua y viento con caminos anegados y ríos desbordados Este panorama , junto con las escasas condiciones de seguridad (los helicópteros de las asistencia no podían circular ni bajara a atender accidentados) motivaron que las autoridades de la carrera no dudaran en suspender la etapa.
«La degradación de las condiciones meteorológicas ha hecho que los corredores se hayan detenido en el CP 2 (km 335) y CP3 (km 377). Los tiempos se mantendrán para quienes hayan llegado a meta. Para los demás, se realizará el cómputo de cada uno en función de la media realizada en la primera parte de la etapa para atribuirles un tiempo de llegada» señaló el comunicado oficial.
Antes que la lluvia invadiese el desierto pasaron cosas. En los autos, lo más importante fue el retraso de Carlos Sainz, a consecuencia de la rotura de la suspensión trasera de su Audi. Este contratiempo del español proyectó a la punta de la general a Nasser Al Attiyah, quinto con su Toyota en la etapa ganada pero el francés Guerlain Chicherit seguido por el argentino Orly Terranova en un doblete de los Hunter.
Las motos tuvieron otra baja importante con el abandono de estadounidense Ricky Brabec. Se suma a la del británico Sam Sunderland y prematuramente deja al Dakar sin dos de sus principales animadores en las motos. El piloto de Honda, ganador en el 2020, sufrió una aparatosa caída que lel produjo un golpe en la cabeza y derivó en dolores cervicales. Fue derivado a un hospital de Ha’ll mientras el australiano Daniel Sanders (Gas Gas) se trepaba a la cima de la clasificación general, allí donde Kevin Benavides dio otros pasito adelante y avanzó al tercer lugar.
Hubo otros pilotos con menos suerte que no pudieron llegar y la pasaron mal entre la lluvia y el granizo. Quien la pasó muy mal fue el chileno Francisco “Chaleco López” hasta entonces líder en la Clase T3 de Prototipos Ligero. Vale leer el impactante relato que hizo a los colegas de emol.com
«Empezó a caer una tormenta y cada vez más fuerte, había un pequeño río que finalmente no era un pequeño río , sino que un tremendo río, nos quedamos ahí y en cinco minutos prácticamente pasó el agua por arriba. Nunca me bajé del auto, porque si me bajaba sabía que lo iba a perder. Flotamos varios metros, quedamos al otro lado, nos sacó un camión, ahí paramos un buen rato para que se secara todo la ropa. La carrera ya la descartábamos. Tuvimos mucho frío, hipotermia y estuvimos a punto de perder el auto. A mi navegante Juan Pablo prácticamente casi se lo lleva el río porque fue tanta el agua que el auto flotó y eso me dejó al otro lado del río. Pablo cruzó al otro lado y ahí casi se lo lleva el río, pero pudo cruzar». Tremendo ,¿no?
La posibilidad de nuevas tormentas abre dudas sobre la realización de la cuarta etapa, que arranca y termina en Ha´ll. Sin embargo el director de la carrera, David Castera, anticipó que habrá carrera llueva o no llueva .El Dakar no se rinde.
Fotos: dakar.com