UNA GRAN ANGUSTIA
Es la que invadió a muchos de los presentes en Olavarría cuando apenas iniciada al final del TC y bajo la lluvia, el Ford de Mathias Nolesi impactó en pleno lateral izquierdo del Chevrolet de Santiago Mangoni.
El auto del piloto de Balcarce había quedado cruzado en la pista, tras rozarse primero con el Dodge de Martín Ponte y tocado luego por el Ford de Próspero Bonelli. Una de las situaciones más temidas en los accidentes en las carreras. Una mecánica similar a la que el 13 de noviembre del 2011, en el Juan Manuel Fangio de Balcarce se llevó la vida de Guido Falaschi.
Por suerte esta vez no hubo tierra y la lluvia si bien le puso un tinte más dramático, atenuó la velocidad (unos 120 Km/h) con la que Nolesi, se fue derechito sobre el Chevrolet de Mangoni, sin dar muestras de haber intentado alguna reacción para evitarlo o impactar en una zona menos expuesta para la integridad física del balcarceño.
“Santiago Mangoni se encuentra lúcido y hemodinámicamente compensado, sin lesiones neurológicas. Presenta un traumatismo de hemotórax izquierdo con fracturas costales y hemotórax, que se resolverá con un tubo endotoráx. Por su parte Mathías Nolesi presenta un trauma lumbar sin compromiso neurológico de miembros inferiores, esta lúcido y compensado y se le realizará una tomografía computada para descartar otras lesiones…”.
Así el primer informe médico informó sobre los estados de los pilotos accidentados, emitido tres horas después del accidente por Rodolfo Balinotti, del departamento médico de la ACTC. Sin ser dramático, el estado de Mangoni fue el más preocupante.
Mas entrada la tarde noche en Olavarría, se comunicó que Mangoni había sido operado «por un neumotórax y permanecerá entre 24 y 48 horas internado», según mencionó la Dra. Pascua del Hospital Municipal Dr. Héctor Cura.
Santiago quedó en terapia intermedia, también permaneció en el hospital Nolesi, si bien su estado no revestía gravedad. Hasta el centro asistencial, ambos pilotos fueron traslados en un operativo en el que, para salir del circuito, las ambulancias no tuvieron otra alternativa que cruzar la pista mientras los autos de carrera circulaban detrás del auto de seguridad. Una patética situación, que dejó en clara evidencia una de las grandes falencias que perduran en el Autódromo de Olavarría desde su inauguración en 1998: la falta de un túnel o puente para cruzar la pista hacia y desde boxes. Una falta imperdonable que pudo costar más caro.
Por Miguel Sebastián (Especial desde Olavarría)
Fotos: AIF
Con la guita que mueve el TC, con todo lo que la ACTC le saca a los «pilotos» para correr, me parece criminal que no tengan un medico de primer nivel (ese intento fallido de medico que llevan a las carreras y después ni escribir bien los partes médicos puede, claramente no cuenta) o comisarios deportivos (ya que se fiscalizan ellos mismos) con las luces prendidas que al ver un accidente como este pongan bandera roja.
Unos verdaderos imbeciles los de la CAF. Sirven para comer asado y cobrar multas nomas. En un circuito de minuto veinte segundos para la vuelta no podes quedarte a mirar las camaritas, porque después las ambulancias tienen que esperar a que los autos pasen. NI HABLAR de cuando tuvieron que salir del autodromo…