SERGIO PININFARINA, genial creador y diseñador de autos, lideró tendencias durante toda su vida. El inigualable Pininfarina ha muerto.
Fue el hombre que supo imaginar verdaderas joyas mecánicas, en especial para Ferrari, que se constituyeron en autos deseados y anhelados en el mundo entero.
Con su lápiz le impuso a Ferrari un estilo único, pero no sólo hizo brillar a cavallino; entre tantas creaciones pueden mencionarse el Alfa Romeo Spider y el Maserati 5000 y nada menos que el Torino. Sí, nuestro orgullo nacional, el Torino.
Hombres de empresas automotrices lo evocaron y dimensionaron su figura, lo recordaron como el hombre emprendedor: «que guió durante muchos años a Ferrari, llevándola al mundo en el surco de una tradición de elegancia y estilo constantemente renovada con los más altos estándares de innovación tecnológica y belleza armónica».
Nacido el 8 de septiembre de 1926, Sergio Pininfarina siguió la vocación de su padre, Battista ‘Pinin’ Farina, y pasó gran parte de su vida trabajando en la compañía familiar, Pininfarina, dedicada al diseño y la construcción de automóviles. Su nombre siempre estuvo ligado al diseño italiano y a Ferrari; Pininfarina dibujó tantos de los coches más sofisticados y aclamados de la mítica escudería de Maranello.
¿Y el Torino?, fabricado en nuestro país por Ika-Renault entre 1966 y 1981, Pininfarina le puso su impronta al coche originado en EE.UU. Pininfarina, un genio, una marca que perdurará.
Por el equipo de VA
