EL RAYO QUEDÓ FULMINADO

EL IMPREVISIBLE TC.

Tan imprevisible que puede hace añicos sus propios libretos a segundos de bajar el telón. Porque faltaban sesenta y cinco segundos para  que esa intuida primera victoria de Gastón Mazzacane en el TC, que ya comenzaba a cosechar todo tipo de comentarios, se hiciese realidad, cuando esos jueces insobornables que en el automovilismo son los fierros dictaron sentencia. Y hubo otro final.

“Sentí una vibración y voló todo. No lo podía creer. Cuando vi el cartel de última vuelta hice todo despacito para no equivocarme y de pronto me pasó esto” contó el Rayo una vez que superó un poco ese lógico estado de desconsuelo que en el habitáculo de su Chevrolet, herido de muerte en su motor, se reflejó con el gesto de inclinar su cabeza sobre el volante y soltar las inconfundibles lágrimas de bronca.

Se comprende porque como coincidieron Mauro Giallombardo y Mariano Werner, los otros Ford  que acompañaron en el podio al  sorpresivo ganador José Savino, “sabemos lo mal que uno se siente cuando se pierde una carrera en la última vuelta…” Y Gastón la perdió al romper el motor a la salida de la zona del carrousel, cuando quedaban menos de tres mil metros para la bandera de a cuadros. Una situación que le dio un emocionante final a una carrera que no entregó muchos atractivos al numeroso público (26.000 personas) que la presenció en el décimo paso del TC por el Autódromo de Posadas.

Tampoco podía creer José Ignacio Savino que de la misma imprevista manera que se la había negado a Mazzacane su debut triunfal en el TC se le abrió la puerta de ese particular momento que en su caso marcó un nuevo record histórico de alcanzarlo tras perseguirlo durante 196 carreras. Nadie debió correr tantas carreras para festejar su primer triunfo en el TC. Nadie pudo intuirlo en tan poco tiempo como pudo intuirlo Savino, si es que lo intuyó, luego de la sorpresa que encontró al ver al Chevrolet a marca lenta.

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“Al ver humeante al auto de Gastón no entendía nada. Tal vez eso me desconcentró, porque me sentí como raro…” reconoció Savino en la conferencia de prensa donde también admitió que “todavía no caí en todo esto.” Sensaciones que por encima de las palabras quedaron reflejadas en los gestos de Savino a su llegada. Bajó de su Ford, con más sensación de culpa por haber ocupado un papel de protagonista central que no le correspondía que el de la la entendible alegria de un piloto que terminaba de lograr su primer triunfo luego de casi 200 carreras. Para su fortuna esa desconcentración no fue total. Mantuvo la frialdad para contener apenas el ataque final de Giallombardo que duró hasta la última curva  Una vuelta más seguramente hubiese entregado otro golpe de emoción y quizá otro ganador. Ojala no haya otro cuando en los próximos días se oficialice la clasificación que en principio quedó en suspenso al retirarse para ser revisados las levas, múltiples, tapas de cilindros y carburadores de los Ford de Savino, Giallombardo y Werner, es decir los tres primeros clasificados.

«¿Qué hubiese pensado de haber perdido mi primer triunfo en la última vuelta?. Me pasaron tantas cosas en mis 196 carreras en el TC que lo hubiese tomado como una más de las muchas cosas malas que tuve que pasar” reconoció Savino en medio de felicitaciones, que no le impidieron recordar que hasta hace poco se replanteó su continuidad en las carreras. “¿Para qué vengo si no las disfruto…” contó sobre un cuestionamiento que se hizo  mientras una y otra vez volvía de los circuitos manejando el camión de su propio equipo y cargando frustraciones junto a su auto.”Este triunfo lo borra todo y me motiva ”aseguró el Coyote antes de agradecer a su familia,a  los integrantes de su equipo, al motorista Marcelo Esteban y a Federico Raffo y Javier Ciabattari, dos personas claves en la atención de su Ford.

“No sé cuando volveré a tener la posibilidad de ganar, porque en el TC esto es complicadísimo” alertó Mazzacane, quien sólo encontró consuelo en las presencias de su esposa Connie y Renato, su pequeño hijo .Una reflexión con la que tácitamente reconoció el verdadero gran dolor de este agónico abandono como lo fue el haber perdido su gran oportunidad de ganar. Una oportunidad que no siempre se presenta y que en este fresco fin de semana misionero, el ex Fórmula 1 fue construyendo en el fin de semana con un trabajo sin errores que aprovechó el buen rendimiento del Chevrolet del Dole Racing para medir y superar a Savino en el inicial duelo por la victoria. También se favoreció por otras circunstancias como la de no tener entre sus cercanos rivales a los habituales protagonistas de la lucha por el campeonato. Todo en un circuito, como el de Posadas, complicado para los sobrepasos, algo que favoreció a quienes como Gastón y  Savino largaban en las primeras posiciones luego de vencer en las series más veloces.

Todo estaba dado entonces y parecía por fin tras 97 carreras que llegaba para Gastón Mazzacane el tan ansiado dia del debut triunfo. Faltaban menos de tres mil metros, 65 segundos y ya se escuchaban distintas teorías por el ruido especial que estaba por causar el triunfo del hijo del presidente.de la categoría como si fuese algo que no estaría entre las alternativas a partir que se lo autoriza a correr. Hasta que de  pronto un motor voló y todo cambió. Fue la confirmacion que TC es imprevisible hasta con sus propias historias.

Por Miguel Sebastián (Especial desde Posadas)

Ftos: Prensa Mazzacane, ACTC y AIF

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