UN EPISODIO GRAVÍSIMO. NO PUEDE IGNORARSE BAJO EL MANTO DE LA INDIGNACIÓN, LAS DUDAS Y SOSPECHAS.

En la noche del 14 de mayo de 2015, este cronista marchó a un estadio, no a un autódromo. Aquella se transformó, tristemente, en la “Noche del Gas Pimienta” y sobre esa sustancia debió operar.

Brevemente -porque a la gente del automovilismo no le gusta mucho que le hablen de fútbol- recordamos lo que ocurrió: un espectáculo deportivo de la envergadura de un Boca-River por la Copa Libertadores de América resultó afectado por actitudes delictivas del público.

Aquello se volvió un escándalo, el partido fue suspendido, y nos marchamos cerca de la medianoche, a cerrar las páginas del diario para el que trabajaba por entonces: mucho se escribió esa madrugada y en los días siguientes. “Lo que vimos anoche no tuvo nada de gracioso ni fue pícaro”, opiné. “Fue un abuso criminal a la generosidad del juego. El fútbol argentino, sus dirigentes, su organización, tocaron fondo”. Al cabo, el responsable fue identificado y castigado, y el club con el que simpatizaba, punido con la eliminación.

Fue un escándalo, se los aseguro. Se conoció como “la Noche del Gas Pimienta”.

Un escándalo que viene a colación porque, en líneas generales, algo similar se vivió el domingo en el Roberto Mouras de La Plata.

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Imagenes gentileza revista SoloTC.

Un fabuloso acontecimiento deportivo, como aquel Boca-River: en este caso, la definición del título argentino de Turismo Carretera; luego, la perniciosa incidencia del público en el desarrollo de la competencia. Aquella vez, un individuo arrojando gas pimienta; en el Mouras platense, varios tirando papelitos, también para perjudicar a un protagonista.

Hasta ahí, las similitudes. A partir de allí, las diferencias. El partido se suspendió porque, obvio, uno de los equipos no podía competir; aquí en el TC donde se jugaba nada menos que un campeonato, ocurrió algo similar con uno de los aspirantes al título. Pero como el resto de los participantes estaba en condiciones,  no pareció preocupar mucho, más allá de las frases de ocasión, debido a que una definición de tamaña envergadura fuera alterada, tergiversada, influenciada de tal manera.

Para ponerlo en blanco sobre negro: uno de los aspirantes al título fue objeto de sabotaje. En plena recta principal. ¿No es eso un escándalo liso y llano?

Imagenes TV

En general, los cultores del automovilismo sienten que la disciplina es más pura que el fútbol, el deporte más popular en la Argentina sin discusión posible. Aquí se acaba de perder una magnífica oportunidad de probarlo. De hacerlo mejor que lo hizo esa pasión popular tan normalmente denostada en los círculos fierreros.

¿Ordenará la ACTC una investigación sobre lo sucedido? ¿Se identificará a los responsables? ¿Se podrá determinar, en ese caso, su independencia? ¿Se sabrá si hubo manos oscuras por detrás de las que tiraron papelitos?

¿O será todo siga, siga, Felices Fiestas, sidra y pan dulce, a seguir trabajando, el automovilismo está en orden?

¿Nos quedaremos lamentando que “un imbécil hizo lo que hizo”, como hemos leído por allí en forma reiterada, o le ponemos a las cosas el nombre que tienen? Fue un sabotaje que merece investigación y, eventualmente, sanción a sus autores materiales y –si los hubiere- intelectuales. Como ocurrió tras aquella Noche del Gas Pimienta. Había demasiado en juego como para obviarlo, salvo que creamos que la credibilidad ya está perdida hace tiempo y entonces no vale la pena. O que los trapos sucios de grasa siguen lavándose puertas adentro.

Imagenes gentileza programa Carburando

Puede ser arduo, pero no es imposible. El ejemplo deportivo que, en su momento, mostró un ente como la Conmebol, puede seguirse como un manual de instrucciones. No alcanza con indignarse. Hay que actuar. Y mostrar los hallazgos.

 

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7 COMENTARIOS

  1. la marginalidad, el comportamiento arrabalero, se ha ido apropiando de esta actividad -en particular, dentro del ejido metropolitano- desvirtuando el vinculo de otros tiempos entre protagonistas y concurrencia.
    esa cultura de la cabeza, altamente nociva resulta flagrantemente delictual. atenta, contra el normal desenvolvimiento de la actividad.
    afortunadamente, se trato de un obturamiento en la vuelta previa y el parate ipso facto del vehiculo damnificado…. empero que pasaba, si se repetia el botellazo lanzado alguna vez en la S del ciervo o si esos mismos papeles no saturaban en ese instante el motor y anidaban lentamente en el conducto generando un foco de incendio como el q sufriera hace unas competencias atras a la salida del salotto?
    en procura de generar color, adhesion, movida … se abre un espacio amplio que cuela gente potable, conjuntamente a nociva, que habilita a generar una sucesion de hechos bochornosos, que concluyen en la debacle total

    • Es tal cual lo que describis sobre una porcion menor del publico del TC que guarda simlitudes con el peor publico del futbol.
      No hace falta mas descripciones, todos sabemos del elemento ,(humano?) al que nos estamos refiriendo.
      Y no es algo reciente, esto se empezo a gestar hace muchos años, en las tribunas del autodromo de Bs.As.
      Igualmente, esto no llega a los talones del caso Pernia en el TN. La diferencia es que en ese caso el responsable esta tambien atras de un volante.
      Saludos
      Saludos

  2. Lo más lógico, en estas ciircunstancias, hubiese sido que no se largue la carrera hasta que el perjudicado (Werner) hubiese solucionado el problema, sin tener que verse obligado a largar último, ya que la responsabilidad de la seguridad del espectáculo le corresponde a los organizadores y estos por omisión o falta de organización permitieron que un par de energúmenos (o contratados) le arruinaran todo el esfuerzo del año nada menos que a uno de los principales candidatos a la corona. Caso contrario, habiendo visto las imagenes emitidas por la TV, donde se aprecia claramente que estas personas sabían perfectamente lo que estaban haciendo, debieron haber anulado la carrera y hacerla disputar nuevamente en condiciones normales. este hecho no solo le quita transparencia a la categoría, sino que deja una puerta abierta para potenciales hechos similares, sin que nadie pague las consecuencias de su malvado acto…

  3. no van a investigar absolutamente nada, porque los que sabotearon a Werner no son fanáticos o hinchas, son empleados de la actc, fanáticos pagos que están justamente para hacer estas cosas, sabotear, hoy le toco a Werner pero mañana puede tocarle a otro, el campeón tenia que ser Santero y punto.

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