EL TC, TIERRA DE AMOR Y VENGANZA

CAJA DE RESONANCIA.

Sí, cuantas veces lo ha sido el Autódromo de Rafaela, que destila adrenalina desde tiempos inmemoriales convertido en el más apasionante de la Argentina.

El arranque de la Copa de Oro además, otorgó a la carrera un condimento especial; se comenzó a jugar por los puntos decisivos en el camino al campeonato. Por eso todo logro vale más, y cada contratiempo golpea con mayor dureza.

Se notó, si de contratiempos te hablo, lo sucedido a Manuel Urcera, cómodo y aplomado ganador de la etapa regular y con chances mayores para quedarse con la Copa de Oro y consagrarse campeón. El primer día de actividad apenas pudo recorrer medio circuito y su Chevrolet del JP Carrera, enmudeció. El motor le había pateado en contra.

Ahora bien, cuando comenzaron a analizarse las causas de tan inoportuno obstáculo, creció en el box del JP el fastidio y malestar, acentuado por si faltara algo, por la falla también en el impulsor de la Chevy de Guillermo Ortelli; también se rompió. Acordate, el Guille estuvo a punto de pegar un portazo e irse del JP disconforme por el andar de su auto, desde la anterior va con impulsores de Rody Agut.

Volvamos a Urcera. El sureño no tuvo empacho en manifestar que su motor se había roto por culpa de «un sabotaje». Epa!.

«No me da pena, me da mucha bronca, fue un sabotaje, no tengo dudas», ratificó. «Apenas se rompió me di cuenta que algo raro había atrás de lo que me pasó; el motor había sido roleado dos veces a 8000 vueltas y no pasó nada, yo salí y no llegué a las 5000 rpm y se rompió», mandó Urcera al toque sin romper su habitua molde de parquedad.

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Adentro del box del JP Carrera, el clima era tenso, rostros serios. Gustavo Lema conversando a solas con Urcera padre, Guillermo Kissling, jefe técnico adentro de su oficina; Claudio Garófalo, el motorista; sin intenciones de romper el silencio.

«Mirá, no quiero complicar más el tema; hemos analizado lo sucedido y lo informamos a la ACTC; sí, claro, estoy preocupado», dijo Lema a visionauto. «Fue algo muy raro lo que pasó con el motor de Urcera, yo hice mi informe y se lo entregué al equipo, no me corresponde hablar, en tal caso debe hacerlo el equipo», sostuvo Garófalo enfundando en una campera azul con el logo de Turismo Nacional (elabora el motor del VW Vento de Leonel Pernía).

Al decir lo que pensaba, Kissling ante Gonzalo Giorgi de la revista Sólo TC, no ocultó su indignación, «yo pertenezco a otro automoviismo, estoy indignado, no quiero hablar de este automovilismo miserable, de mierda». Por ahí escuchó vision que Willy fue quien indicó que abrieran el motor dañado, porque intuía que algo raro había pasado.

Lo raro fue que encontraron como trascendió con certeza casi, una tuerca antideslizante de unos 6mm en la parte interna del motor, se habló de un cilindro. Esa tuerca tiene usos varios en distintas áreas del auto, y nada tenía que hacer en el interior del impulsor, para ser la causa del daño. Para clasificar al día siguiente, obvio, fue imprescindible cambiar el propulsor. De todas formas, los planetas no se alinearon para Urcera, la Chevy volvió a quedar muda en la pista, la transmisión, la causa y por eso en lejano 24° lugar, casi la nada misma luego del año estupendo hasta el momento luego de quedarse con la etapa regular.

¿Que pasó en concreto?, hablar de sabotaje resultó muy grave, muy serio. De ahí que, conseguir que el asunto fuera esclarecido, era prioridad. ¿Se esclarecerá?

(Especial desde Rafaela, Santa Fe)

Fotos: visionauto (portada)

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