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EN LA NUEVA ERA DE LA CATEGORÍA, EL CORDOBÉS LE GANÓ A LOS SUV CON UN FIAT CRONOS DE ANTERIOR GENERACIÓN. LO ESCOLTÓ MATÍAS ROSSI EN EL SUV TOYOTA COROLLA CROSS, Y SE MANTUVO COMO LÍDER DEL CAMPEONATO.

“No olvides que lo viejo funciona”, se advierten los protagonistas en uno de los tantos diálogos del “Eternauta”, la exitosa serie que en las últimas semanas ha sido comentario general entre los argentinos. La frase busca repotenciar el valor de lo antiguo, ante el invasivo y exagerado avance de lo moderno.

Esa frase en el «Eternauta», bien pudo aplicarse al TC2000 al comprobarse la gran victoria de Marcelo Ciarrocchi, en la tercera fecha disputada en el Autódromo de Rosario. El cordobés concretó su cuarto éxito en la categoría con un Fiat Cronos, un sedán de anterior generación que dejo atrás a los modernos SUV de Matías Rossi (Toyota Corolla Cross) y Franco Vivian (Chevrolet Tracker).

Marcelo Ciarrocchi empezó a construir la victoria con su espectacular sobrepaso por afuera a Franco Morillo. Una maniobra determinante en el posterior desarrollo de la carrera.

Sin quitar el mérito, el Fiat Cronos, que Ciarrocchi llevó al éxito, no es el mismo que el año pasado, bajo la órbita del Octanos Competición, pecó con una reiterada falta de confiabilidad que desalentó a Josito Di Palma. Para empezar, la atención del Cronos pasó al ATR Racing, un equipo surgido de los zonales cordobeses, dirigido por Abel Gómez. La dedicación e intenso trabajo desde un perfil bajo pero efectivo, permitieron aprovechar las concesiones realizadas en el reglamento a los sedanes, para compensar tanto en las carrocerías como motores, las diferencias estructurales con los SUV y, de esa manera, permitir su decorosa convivencia con los autos de nueva generación. Una convivencia imprescindible, para completar grillas mínimamente presentables.

Vale recordar que con los cuatro sedanes participantes (los Fiat de Ciarrocchi y Traut, más los Cruze de Morillo y Figgo Bessone) en Rosario, apenas se llegó a un total de 15 autos, la misma cantidad que en la anterior fecha en el Gálvez. Con la cuarta parte del calendario ya recorrido, es hora que debieran aumentar y aparecieran de una vez por todas, esos autos que se han venido anunciando (incluyendo el desembarco posible de otro equipo oficial, cuya marca aún es mencionada en privado). Grillas tan flacas, exponen más la falta de confiabilidad de los coches, como se vio con los siete abandonos, que dejaron a sólo ocho autos terminando una carrera de poco menos de 40 minutos de duración, acotada en exceso además en su horario televisivo.

Al miamo tiempo se habla de visitas al autódromo uruguayo de El Pinar y la concreción de una fecha (acaso en el mes de septiembre) en un nuevo callejero porteño, a diferencia de aquellas dos experiencias exitosas de años atrás en el centro de Buenos Aires y en Palermo chico, esta vez por construir en la zona de Villa Lugano. Grillas tan flacas exponen más la falta de confiabilidad como se vio con los 7 abandonos que dejaron sólo 8 autos terminando una carrera de poco menso de 40 minutos.

Matías Rossi avanzó con su Toyota y lideró el grupo que durante varias vueltas siguió a la distancia al lider Ciarrocchi. El Misil fue quien más se acercó al cordobés pero no pudo superarlo.
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Otro punto clave del triunfo del Cronos estuvo en el piloto. Marcelo Ciarrocchi. Un cordobés quien en su juventud tentó suerte en Europa, hasta que como a tantos se le acabaron los fondos. Injustamente poco reconocido en el automovilismo nacional, combina buenas dosis de talento conductivo y experiencia.

Nada que ver con el encargado del otro Fiat, Nicolás Traut. Un piloto frecuente ocupante de los últimos lugares, protagonista en Rosario, de un fuerte golpe contra el muro de contención del exigente curvón que sigue a la recta principal. El curvón donde si bien en un tramo muy estrecho, persiste pese a reparaciones, el piso desnivelado que aumenta el riesgo al transitarlo a altas velocidades como demanda. Por suerte Traut salió ileso.

La capacidad conductiva y experiencia de Ciarrocchi, resultaron determinantes en las dos maniobras que definieron la carrera, y marcaron los puntos más altos del interés para la gran cantidad de público (se habló de 15 mil personas) que nuevamente acompañó al TC 2000. Una, fue el sobrepaso por afuera con la que en arriesgada maniobra le ganó el primer lugar a Franco  Morillo apenas iniciada la final.  “Arriesgué tanto porque sabía que esa maniobra era decisiva para poder ganar”, explicó. La experiencia de Marcelo apareció en las vueltas finales para rematar un gran trabajo que se le había complicado por el acercamiento de Matías Rossi y sus reiteradas insinuaciones para superarlo.

Marcelo Ciarrocchi disfruta en el podio de su cuarta victoria en el TC2000 y la primera con un Fiat. Lo acompañan sus escoltas Matías Rossi y Franco Vivian.

”No se equivocó ni me dejó ningún oportunidad clara para intentas pasarlo”, reconoció el Misil en lo que sonó como otro especial elogio para Ciarrocchi, conocedor de lo difícil que es contener el ataque de Matías por conocerlo bien luego de haber sido años atrás, su compañero de equipo en Toyota. Rossi no quedó contento con el segundo puesto pese a que le permitió mantener el liderazgo del campeonato con 72 puntos, seguido de Franco Vivian con 63, Emiliano Stang 35 y Ciarrocchi 34.

Sin ser desbordante hubo satisfacción de Vivian por subir al último escalón del podio. Tuvo que defenderlo en el final ante un agresivo Emliano Stang que vio cortada su racha de victorias en las dos fechas iniciales, con el cuarto lugar que lo dejó por delante de Gabriel Ponce de León, de correcto papel en otro Corolla Cross.  Los cucos que parecieron los Chevrolet Tracker en clasificación se quedaron en amenazas. Facundo Aldrighetti ni siquiera pudo terminar la carrera al levantar temperatura el motor debido al espectacular despiste luego de rozar el muro del curvón, que lo llevó a transitar por el pasto, sin poder evitar perforar un cartel publicitario, impacto que hundió el techo y parabrisas del coche.

Tampoco los Pernía, Leo padre y su hijo Thiago, vieron la bandera de a cuadros, redondeando un mal fin de semana con los Civic del oficial Honda YPF Racing. Leonel bajó disgustado por un problema en los frenos; a Thiago, se le cortó una manguera de aceite. En cambio, llegaron y juntos los Bessone. Sobre el final papá Tito (séptimo) superó a Figgo (octavo). ¿Maniobra de carrera o anticipado regalo del Dia del Padre?

 

Fotos: prensa TC2000

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Fate

7 COMENTARIOS

  1. Abandona el 50% del parque
    Es un numero aceptable para un zonal,no para una categoría nacional
    Preocupante

  2. año de transición de la categoria, muchos problemas de motor, 16 autos, es cierto que en un futuro se van a sumar mas autos pero como va la mano recien sera para las ultimas fechas o para el proximo año.

    • Concuerdo que para ser motores nuevos ya acusan problemas de fiabilidad
      Potencia y sonido aprobados,el francés deberá optimizar la confiabilidad
      A propósito del franchute,se le conocen más antecedentes que ser ex empleado de Oreca?

    • No se confunda amigo Eloy
      Saavedra Sebastián y Vignone son PERIODISTAS, por definición INDEPENDIENTES tanto de la ACTC o del ACA.
      Para comprobarlo lea por favor el contenido de esta pagina durante los últimos años,verá que no le miento

      • Dale Pablo, tu comentario nos alienta para pensar que no todo está perdido en relación a la credibilidad periodistica, es cierto, tan puesta en jaque. marche otro cafe!

    • Elooy, barrilete cósmico! De que galaxia has bajado a la tierra? nada más para agregar sr juez!!!, ja!!!

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