TRISTEZA Y BRONCA POR DOS.

El Dakar es así. Un día te entrega una gran alegría, al día siguiente, te estremece con un duro golpe. Una vez más la sentencia de la legendaria carrera cobró vigencia. La han padecido Kevin Benavides y Pablo Copetti, las dos esperanzas argentinas de cantar victoria en la edición 2022 de un Rally Dakar que tras la disputa de su 10ma etapa, entre Wadi Ad Dawasir y Bisha se aproxima a su final.

«No sé lo que pasó, el motor, tiraba aceite por todos lados» explicó Pablo Copetti, sobre el inconveniente mecánico en su Yamaha Raptor que tronchó su sueño de ganar el Dakar..

“La moto no me dio ninguna señal previa, se paró y no hubo nada que hace” contó Kevin a borde de las lágrimas sobre la rotura del motor de su KTM que en el Km 133 lo dejó con la frustración de repetir su triunfo el año anterior cuando se ubicaba en un expectante quinto lugar. El consuelo familiar vino por el lado de su hermano Luciano, escolta de Toby Price (KTM), y 13° en la clasificación general que encabeza el francés Adrien Van Beveren (Yamaha).

También golpeó duro a Copetti su abandono entre  entre los quads. “Más triste no puede estar” ha reconocido en declaraciones a Campeones Radio sobre ese motor que se rompió y lo dejó sin nada cuando se acercaba a las posiciones del líder Alexandre Giroud. “Si me hubiese conformado con el segundo puesto, tal vez no hubiera seguido en carrera pero salí a  buscar el triunfo porque lo tenía muy cerca y no estoy arrepentido” agregó y explicó, antes de cerrar con una crítica al veloz recorrido de la competencia. “Los quads no se bancan un ritmo tan rápido” marcó en un comentario respaldado por los apenas 7 quads que continúan en carrera.

Con un buen ritmo sobre el Hunter, Orly Terranova conserva su cuarto puesto entre los autos y va en busca de su mejor resultado.

El consuelo argentino en esta edición del Dakar hay que buscarlo en los autos. Allí Orly Terranova sigue con su silenciosa y efectiva tarea sobre el Hunter. El tercer puesto en la 10ma- etapa, detrás del 1-2 de los Audi híbridos de Stephane Peterhansel y Carlos Sainz lo consolidó en al cuarto lugar en la general, allí donde nada ni nadie parecen detener a Nasser Al Atiyah y su Toyota (le lleva 32m 40s a Sebastien Loeb) rumbo a su cuarta victoria en el Dakar.  Pero ojo, el Dakar tiene sus cosas y sus sorpresas, no siempre agradables.

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