CONMOVEDORA Y EXTRAÑA.

Así fue una de las imágenes finales del Gran Premio de Azerbaiyán mostrando a Lewis Hamilton saliendo dificultosamente de su Mercedes Benz con movimientos lentos y  limitados más propios de un señor mayor que de un piloto profesional. Simplemente era la consecuencia de los terribles dolores en la espalda que padeció por culpa del porpoising (rebote) de su auto en la larga recta del circuito de Bakú de 2.200 metros.

«Rezaba para que terminase la carrera» reveló Hamilton, quien necesito de la ayuda de un asistente para poder bajar de su Mercedes al terminar el Gran Premio.

 “Tuve que levantar en la recta porque pensé que podría perder el control. El coche rebotaba mucho y varias veces debí levantar en la recta porque estuve a punto de chocar contra la pared. Esto era otra preocupación, porque no es nada agradable golpear una pared a 300 Km/h”  ha revelado Hamilton quien explicó que sufrió más las consecuencias del rebote que su compañero George Russell por la diferencia en la puesta a punto de los autos. Según dijo, su Mercedes contó con una parte experimental y una suspensión trasera diferentes que no dieron resultado. Esto le hizo perder tres décimas y media en la recta.

Todos estos inconvenientes no le impidieron a Hamilton mostrar su clase de campeón y terminar la carrera en el cuarto puesto, su segunda mejor ubicación en esta temporada complicada.

«Hubo muchos momentos en los que no sabía si iba a terminar la carrera. La batalla con el auto fue intensa y al final, en las últimas 10 vueltas tuve que decirme internamente: ‘Puedes hacer esto, tienes esto. Sólo aguantá”. agregó Lewis antes de reconocer que “ésta fue la carrera más dolorosa y más dura que corrí en mi vida».

Hamilton debió apelar a su talento y capacidad física y mental para sobreponerse a los dolores y terminar la carrera . encima llegó en un meritorio cuarto puesto.

No todos creyeron ver sinceridad en estas imágenes y declaraciones de Hamilton. Por el contrario., algunos equipos rivales lo atribuyeron a una puesta en escena como forma de presionar para un cambio de reglamento que elimine este ya famoso porpoising, que por lo visto complica más que a nadie a los Mercedes. Obviamente Toto Wolff, director deportivo de Mercedes Benz, apoyó a su piloto y al verlo tan dolorido hasta puso en dudas su participación el fin de semana en el Gran Premio de Canadá. No tardó Hamilton en confirmar que estará en Montreal.

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“Fue dolorosa la noche del domingo y tuve algunos problemas para dormir, pero amanecí mejor. Me duele un poco la espalda, pero no tengo nada grave por suerte. Me hice acupuntura y fisioterapia con Ángela y voy a mi equipo a trabajar con ellos. Tenemos que seguir luchando. No hay mejor momento que ahora para estar juntos. Estaré en el Gran Premio de Canadá en el fin de semana. No me lo quiero perder por nada del mundo» anunció. Estas actitudes también definen a los grandes campeones. 

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1 COMENTARIO

  1. El problema existe, está claro. Que Mercedes (o el equipo poderoso que sea) presione sutilmente para modificar el reglamento no sería raro, ni es la primera vez que pasa.
    Ahora, se dan cuenta lo demencial del manejo del reglamento técnico de la F1? Efecto suelo prohibido hace 40 años, ahora lo traen de vuelta como la salvación de la categoría y se «olvidan» de este detalle?
    Algo parecido pero no tan grave paso con los motores turbo, con el control de tracción, etc. Lo mismo en la parte deportiva con la recarga de combustible.
    No extrañaría que para solucionar el rebote, ahora traigan de vuelta la suspensión activa que se prohibió en 1994.
    Saludos

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