EN TU AUTO,
Y POR QUE?
Por Alberto Juárez
En la última década del siglo pasado parecía que quién no utilizaba aceite sintético perjudicaba al motor, cuando en verdad generalmente sólo maltrataba al bolsillo. La utilidad de su aplicación, está vinculada a zonas de temperaturas extremas, por clima o características de funcionamiento del motor. Bien puede recomendarse en la Patagonia media y sur, donde se repiten temperaturas bajo cero durante buena parte del año. Lo mismo cuando son frecuentes las muy tórridas, por ejemplo desde el centro al norte de Brasil.
Vale también en motores de cuatro tiempos de alto régimen refrigerados por aire, donde los valores de temperatura de funcionamiento son muy variables. Elegido además en los impulsores de competición por rendimiento mecánico y eficiencia de lubricación, en éstos no se utilizan reguladores de temperatura y eso hace que la misma fluctúe de manera constante. En tanto para los motores de serie, el aceite semi sintético es el mejor equilibrio en el resultado total del producto. Concentra las principales propiedades de los dos lubricantes y tiene un costo intermedio, aunque elevado en Argentina comparado con otros mercados del mundo.
Este tipo de aceite combinado, mantiene correcta estabilidad de la viscosidad en zonas de temperaturas medias; el sintético incorporado al de petróleo permite reducir la cantidad de aditivo que dan la propiedad multigrado al de origen mineral, y se gana contenido de lubricante en el volumen total. Todo esto lo ha impuesto casi masivamente en los motores de autos de serie. Además de tipo y viscosidad, hay otras especificaciones para los aceites, referidas al combustible que queman, se diferencian entre los que están alimentados a gasoil, nafta y GNC. La diferencia la producen los ácidos resultantes de la combustión, contenidos en los gases de escape que normalmente filtran en el ajuste de aro pistón y cilindro, condensan al enfriarse en el carter y suman volumen al aceite. Mantenidos como tales corroen los metales en fricción y aportan al desgaste, para neutralizarlos hay aditivos específicos antiácidos que dan lugar a cada tipo de aceite.
Tan o más importante es respetar los recomendados para turbo e inyector bomba. El aceite apropiado para motor sobrealimentado contiene polarizante, un aditivo que hace de las superficies metálicas en fricción, prácticamente un imán de aceite. Asegura una película lubricante en los ejes del turbo, preservando su vida útil y la de los cojinetes. Las turbinas tardan varios segundos en detenerse, puestas en acción giran a más de 100.000 rpm y el circuito de lubricación deja de funcionar cuando se para el motor. Un complemento apropiado es dejar el motor regulando 20 a 30 segundos, antes de exigirlo o pararlo. Los aceites para motores diesel con inyector bomba, además del polarizante contienen aditivo para fricción extrema. La leva que acciona a la bomba inyectora de cada cilindro, llega a generar hasta 2000 Kg./cm2 de presión de inyección, la mayor exigencia de fricción de cuanto componente mecánico tenga el motor. Además está incorporada al eje de levas de válvulas, y si cualquiera se desgasta hay que cambiar la pieza completa.
Los motores turbo y de inyector bomba son los que requieren mayor atención a la hora de la elección del aceite, por las consecuencias mecánicas y económicas probables en caso de no respetarse.
Las automotrices debieran advertirlo con mayor relevancia en los manuales de usuarios y de taller, para así evitar inconvenientes mayores. En la próxima te contamos cuando tenés que cambiar el aceite de tu auto, y porque. Ojo que es importante.
28-09-2010
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