VIENTOS DE CAMBIO.
Reactivar circuitos con poca actividad en los últimos tiempos ha sido una de las interesantes variantes de Tango Sport (empresa a cargo del TC 2000 y del Top Race) para armar sus calendarios y atraer público ansioso de ver carreras y categorías nacionales. Por eso se desempolvaron Nueve de Julio, San Jorge y en los recientes días La Rioja, punto inicial la semana pasada con el Top Race de la Semana de la Velocidad que ahora cierra el TC 2000 con su séptima fecha.
Paradójicamente, mirar un poco al pasado para ver cómo se puede recuperar la atracción y el interés que en esos lejanos días tenía el automovilismo, llega en un momento en la categoría potencia su mirada al futuro, bosquejado hace algunos meses pero amesetada en las últimas semanas. Casualmente o no, reaparece días después que por su lado, la ACTC anunciase la incorporación de nuevos modelos (Chevrolet Camaro, Ford Mustang, Dodge Challenger) a partir del año que viene.
En el caso del TC 2000, el proyecto futuro apunta a las SUV. Según lo escuchado en los boxes del Autódromo de La Rioja, el tema ha recobrado dinamismo en las últimas semanas. “Todos los equipos están trabajando para las SUV y pensando en cómo modificar sus estructuras para tener los nuevos autos del TC 2000”, cuenta Alejandro Levy, presidente de la categoría, quien como precisiones adelanta que en un mes llegarán dos SUV para el equipo Honda, y a su vez la conformación de una nueva escuadra a cargo de Fabian Colombini que trabajará sobre un VW Nivus.
En ese panorama inicial de las SUV, Levy también destaca la tarea del equipo de Marcelo Ambrogio con un Renault Capture. Este modelo apunta a ser el heredero del Fluence que bajo los colores del Axion Energy Team, marca una clara superioridad en la actualidad de la categoría. La mención, más allá que el liderazgo del campeonato esté en manos del Chevrolet Cruze de Franco Vivian. Una nueva y terminante prueba se ha visto en las pruebas clasificatorias riojanas con el copamiento de cuatro de las cinco primeras posiciones y el monopolio de las tres primeras con Leonel Pernía, Ignacio Montenegro y Mariano Pernia. Sólo Julián Santero (cuarto) con su Toyota opuso resistencia a ese dominio. Vivian no tuvo chances por un principio de incendio que lo retrasó a un noveno puesto que se transformó en 16° sobre 17 autos tras los recargos por posiciones en el campeonato.
Ese filtro de los recargos atenuaba buena parte de ese gran favoritismo que pudo intuirse para los Fluence en un circuito donde son complicados los sobrepasos. Para la grilla de la carrera inicial, Pernía descendió al sexto puesto y Montenegro, uno más abajo. Sólo Mariano Pernia conservó el lugar de privilegio instalado en la primera ubicación pero con la cercanía de un amenazante Julián Santero, insertado con el Corolla entre los Renault y asomado como su principal escollo..
Una vez más, el mendocino demostró que anda por encima de lo que anda su auto, y que actualmente está en el podio de los mejores pilotos en Argentina. Y lo confirmó con esa imagen que en el pintoresco marco del autódromo riojano sobresalió en la monotonía del dominio de los Fluence. Fue la que lo vio controlar a pura muñeca y capacidad conductiva esa espantada que quiso hacerle el Toyota en momentos que buscaba mejorar su vuelta veloz. Provocó el murmullo general que tuvo el significado del gran elogio. “¿Cómo pudo sacarlo?» se preguntaron muchos. “Bajé un cambio, a fondo ,y moviendo las manos como se podía” explicó Julián sobre un logro tan meritorio como la pole.
Fotos: Prensa TC 2000
