CANDIDATO PERMANENTE.
Ganar el Dakar es un sueño que Kevin Benavides persigue desde hace años, con suerte diversa pero con un protagonismo permanente que le ha permitido convertirse en uno de los pilares del poderosos equipo Honda.
¿Es la edición 2021 la que por fin concrete ese anhelo de este salteño, de 31 años? Por de pronto, y con el Dakar recién iniciado por caminos de Arabia Saudita, se puede decir que esa ilusión no sólo se mantiene sino que se ha potenciado con su segundo lugar, (a 23 segundos) detrás de la KTM del australiano Toby Price. Se perfila como el duelo entre las motos y marcas (KTM vs Honda), luego que otras grandes cartas de Honda como el estadounidense Ricky Brabec (ganador 2020) y el español Joan Barreda Bort quedaran retrasados (24° y 18°) por problemas con la navegación en los caminos del tramo inicial de la carrera que unió Jezzah con Bisha. Un duelo en el que Benavides aparece como el solitario defensor de Honda, ante una dotación de KTM que lo tiene rodeado con Price por delante y el austríaco Matthias Walkner y el británico Sam Sunderland, a sus espaldas.
“Ha sido una etapa muy difícil pese a ser la primera, algo que sorprendió a todos los pilotos. Muchísima navegación, muy técnico, con mucha piedra. Al principio me sentí un poco raro, hasta que empecé a sentir feeling con la moto y apreté sobre el final al punto que los últimos 80 kilómetros los abrí yo”, contó Kevin, quien de cara a lo mucho que faltaba adviertió “este Dakar va a traer muchísimas sorpresas día a día. Empezamos con un buen día y tenemos que tratar de seguir enfocados. El rally se puede planificar mucho pero, día a día, las cosas cambian”.
Por detrás de Kevin también se movían otras ilusiones argentinas, como las de su hermano Luciano (9°) con Husqvarna y el mendocino Franco Caimi (6°) con Yamaha. Para ellos el sueño es subir al podio. En cambio, el sueño de Kevin es ganar.
Acá, el resumen de la etapa.
