FUE UN DIA MEMORABLE, no sólo para el Gurí, también para el TC.
Fervor, entusiasmo, “locura”, muchedumbre que sobrepasó el Autódromo Roberto Mouras; miles que acamparon bajo las frondosas arboledas, los asaditos que se repitieron vaya a saber por cuantos.
La gente, el pueblo teceísta fue el otro protagonista central de un fin de semana que no se olvidará con facilidad, ni el supremo entrerriano ni los que hacen la categoría, dirigentes, pilotos y los seguidores mismos.
Más allá del título alcanzado por Martínez, algunos podrán decir alguna vez “yo estuve ese día en La Plata”. En lo que resultó una verdadera y genuína fiesta popular, que eso sí, no pudo disimular algunos baches organizativos y una dosis de descontrol y caos que pusieron al espectáculo en alerta máximo.
Hombres, mujeres, chicos, pulularon lo más panchos por la calle de boxes, el playón interno y hasta disfrutaron de la grilla de largada de la final a centímetros de los autos. No faltaron algunos altercados y discusiones subidas de tono, así como algunos que debieron recibir atención médica por excesos en las bebidas.
La fiesta fue completa pero se estuvo al borde del precipicio, por desbordes, momentos de caos y el evidente peligro asumido por parte del gentío apostado en la calle de boxes aún en plena carrera. La falencia no fue nueva, sí, se magnificó ante la impresionante cantidad de público asistente.
La fiesta fue completa, ni hablar para los hinchas de Ford y para el Gurí, eso sí a tener en cuenta esos lunares, para que la próxima también lo sea.
Por C.S
Fotos: Visiónauto
Increíble el TC, cuanta pasión que genera. Y eso que no ocupa las primeras planas de los diarios, portales y tv. Sería interesante saber cuantas categorías en el mundo tienen éste marco de público