ESTÁ CLARO.
No hay dudas del mayor perfil comercial y marquetinero que la nueva conducción pretende darle a la Fórmula 1. Quedó demostrado a menos de 24 horas del despido de Bernie Ecclestone, con una particular comparación de su sucesor, el estadounidense Chase Carey.
“Los Grandes Premios serán como 20 Súper Bowl…” aseguró Carey, director ejecutivo de Liberty Media, la empresa que por 8.000 millones de dólares adquirió las acciones de la Máxima, en un adelanto de su idea de colocar a cada carrera del Campeonato Mundial en el nivel de la impresionante trascendencia que tiene el Súper Bowl, la final de fútbol americano y el máximo acontecimiento deportivo en Estado Unidos. Para eso la idea apunta a extender el movimiento de cada Gran Premio más allá de los tres días de actividades en el fin de semana, con reuniones promocionales, fiestas, shows musicales y otros espectáculos previos. Queda por saber cómo podrá congeniar esta conocido política de show que como buenos estadounidenses quieren darle los nuevos dueños con el espíritu más tradicionalista de los genuinos protagonistas de la Formula 1.
“Ecclestone era un equipo de un solo hombre y esto ya no está bien visto en el mundo actual” disparó Carey como tibia crítica a su antecesor. Consecuente con esta declaración, Casey compartirá responsabilidades con Sean Bratches, un alemán con antecedentes laborales en ESPN, que ocupará el cargo de director de operaciones comerciales y Ross Brawn, el hombre más representativo de la Fórmula 1 (trabajó como responsable técnico en importantes equipos) dentro del nuevo grupo. Asesor de Liberty Media desde hace varios meses, Brawn ahora como director deportivo tendrá la misión de potenciar la parte deportiva de la categoría, seguramente la que más le interesa al verdadero hincha de la Fórmula 1.
Por el equipo de VA
Fotos. thesun.com