SE TERMINÓ LA TREGUA.
Otra vez Argentina, otra vez una bomba que estalla. Y los mismos protagonistas: Valentino Rossi y Marc Márquez. Porque cuando parecía subsanada, o al menos aplacada, aquella rivalidad que se había desatado a partir de la victoria del italiano en Termas en 2015, con un final infartante y un cuerpo a cuerpo entre ambos, y que tuvo su punto más álgido en Malasia, cuando «The Doctor» le dio un rodillazo al de Cervera, que terminó besando el asfalto.
Desde ese día, acusaciones cruzadas, ese campeonato perdido por el #46 al haber tenido que largar último en la siguiente carrera como sanción por esa temeraria maniobra y una tregua que llegó luego de la trágica muerte de Luis Salom, piloto de Moto2, en Montmeló, para calmar las aguas… hasta ahora.
Porque tras el nuevo choque de titanes en Termas, Rossi salió a destrozar a Marc: «Es peligroso, tengo miedo de estar en pista con él. Y tengo miedo porque no me siento controlado por dirección de carrera ya que él hace lo que le da la gana con todo el mundo. Entró a esa curva veinte kilómetros más fuerte de lo normal y fue por la pierna. No tiene ningún respeto por sus rivales y eleva el nivel de la competición a un nivel peligroso para todos. Cuando estoy en pista con él sé que viene por mí y no me trata como al resto; todavía me trata peor».
Claro, la herida volvió a abrirse para el italiano: «En 2015 me hizo perder el Mundial expresamente y no puede ser que golpee a seis pilotos en un fin de semana y no pase nada. Espero que le digan algo porque, desde mi punto de pista, con lo que yo le he dicho a Mike Webb (Dirección de Carrera), tienen una gran responsabilidad ante sí. Si elevamos ese nivel, éste será un deporte muy peligroso».
Es más, Rossi afirmó que «éste es mi último problema, esta es una situación muy mala porque ha destrozado nuestro deporte y es cierto que un error lo puede cometer todo el mundo, pero el viernes lo hizo con Viñales, Dovizioso, conmigo y este domingo lo ha hecho con cuatro pilotos».
Tan enojado está Valen que no piensa aceptar las disculpas de Márquez, tal como ocurrió apenas finalizada la carrera: «Viene a pedirte perdón delante de las cámaras, pero eso no es sincero porque luego vuelve a hacerlo otra vez. Si pide perdón y se acaba, listo, pero después de tantas veces no acepto sus disculpas, que venga a pedirme perdón me hace reír. No quiero verle más la cara».
¿Qué dijo Márquez? Primero, hizo un mea culpa sobre su alocada carrera en Termas y, luego, prefirió ponerle paños fríos y no opinar sobre las duras declaraciones de Rossi. «Siempre intento pues aprender de todo, analizarlo todo, pero Rossi es uno más en pista. No pasa nada».
«Siempre intento aprender de mis errores pero ya está, se queda ahí, lo que pasa es que pasó con Valentino, pero podía haber pasado con mi compañero de equipo o con otro y le pasó a mi compañero de equipo con otro piloto, Zarco y Pedrosa, en la misma carrera, pero ya no pasó nada», agregó.
Sobre los dichos de ídolo italiano, Marc prefirió no echarle más leña al fuego: «Prefiero no opinar sobre sus declaraciones. Es un momento caliente, justo después de la carrera, pero si mirás un poquito, todos los pilotos en algún momento de su carrera deportiva han tenido este tipo de errores. Todos los pilotos hemos ido a otro box a pedir disculpas». Ojo, también tiró que «me preocupa cero lo que haya dicho».
Eso sí, el de Cervera seguirá con su estilo de conducción: «Voy a seguir siendo el mismo. Siempre he intentado correr con intensidad, pero la carrera de Argentina fue un cúmulo de circunstancias y un cúmulo de cosas».
El MotoGP vuelve a presentarse el 22 en Austin, Texas, y allí se verán las caras otras vez Márquez y Rossi. ¿Estarán más calmadas las aguas o será un nuevo capítulo de una historia que enfrenta a dos pesos pesados?
Por Cristian Re (especial desde Termas de Río Hondo).
