CALIDAD.
Fue piloto en sus primeros años en el automovilismo, y ganó varias veces. Sin embargo, el Gordo Osvaldo Antelo, fallecido a los 86 años, alcanzó el reconocimiento unánime como preparador. Uno de los mejores de los que pasaron en la historia fierrera, la suya originada en el taller de siempre, sobre la calle Tres Arroyos.
Se hizo conocido en sus inicios corriendo y ganando con un Renault Dauphine 1093 en Turismo Anexo J. Se abocaría después a la preparación de autos y motores, comenzando con los monoplazas de Fórmula 4 que después se convirtió en F-Renault. A Antelo se lo recordó también como el descubridor y «padre deportivo» de Miguel Angel Guerra a quien lo tuvo como ayudante en el taller cuando era poco más que un adolescente, y luego cuando notó las capacidades de Angel, lo sentó en un monoplaza de Fórmula 4 y más adelante, F-2 Nacional con campeonatos incluídos. Sus autos también serían conducidos por conocidos pilotos.O
Osvaldo en el autódromo en Fórmula 4, Guerra el piloto.
En los ´80 ganó más notoriedad al entrar al TC 2000 con una cupé Renault Fuego que corrió Cocho López y peleó como equipo privado, el campeonato. El siguiente paso fue alistar el recordado Fiat Regatta “Vencedor” (por el patrocinante), Cocho fue el piloto y alcanzaron el subcampeonato 1990 luego de cinco victorias alcanzadas. También colaboró con uno de sus hijos Fabián cuando corrió en la Clase 3 de Turismo Nacional. Fabián y Mario se convertirían en la mano derecha de Osvaldo en el taller que pasó a ser uno de los calificados centros de atención al cliente de Renault Argentina y más tarde de Nissan.
Antelo y Cocho junto al Regatta «Vencedor». El coche ha sido restaurado
No pudo con su genio ese buen tipo y querido Osvaldo, y en los últimos tiempos, dio una mano a los hermanos Medina, abocados a la loable tarea de restaurar el Fiat Regatta, incluso aportando elementos que aún conservaba.
Se fue el Gordo Antelo, el pesar embargó al mundo fierrero.