“ME SENTÍ INCREÍBLEMENTE BENDECIDO. ALGUIEN ME ESTABA CUIDANDO”.

Patéticas palabras, con las que Lewis Hamilton define el angustiante momento vivido en el Gran Premio de Italia, cuando tras el choque con Max Verstappen, el Red Bull del holandés pasó por encima de su Mercedes Benz, golpeó con su piso al Halo y rozó la rueda trasera derecha el casco del campeón mundial. Una situación que provocó que la cabeza de Lewis, se moviese hacia atrás y adelante.

El Halo del Mercedes de Hamilton muestra las huellas del «paso» del Red Bull de Verstappen. Su presencia fue decisiva para evitar graves consecuencias físicas al campeón.

Por encima de la creencia celestial que pueda tener Hamilton, esa bendición que hizo que semejante momento quedase en un susto y dolores en el cuello, tiene la forma de «Y». O mejor dicho la forma del Halo, el arco protector que desde 2018 forma parte de los autos de la Fórmula 1. Una incorporación motivada por la necesidad de dar mayor protección a los habitáculos, luego del fatal accidente del francés Julien Bianchi en el Gran Premio de Japón 2014.

Fabricado con un material ultra resistente como titanio, el Halo está inserto en la parte delantera del habitáculo dividiendo en dos la visión de los pilotos. La “molestia” y una estética no muy agradable, la compensa sobradamente con su gran capacidad para resistir impactos de objetos de gran tamaño, como neumáticos, barreras de contención, entre otros.

En números, el Halo soporta pesos de hasta 12 toneladas. Para que tengas idea, es el peso de dos autobuses londinenses con doble piso. Un peso que debe soportarse, sin que se desprenda de la célula de supervivencia, ni de ninguno de sus anclajes.

La incorporación del Halo obligó a los equipos a realizar numerosas pruebas para adaptarlo a las características aerodinámicas de los autos. Su implementación sumó un peso aproximado de 20 Kg.

“Recuerdo que al principio era escéptico sobre el Halo pero tengo que admitir que fue decisivo para salvar varias vidas”, reconoce Helmut Marko. Como tantos pilotos, directores de equipo, técnicos, periodistas y hasta aficionados, el asesor deportivo de Red Bull se mostró inicialmente contrario a la implementación del Halo. Adujo complicaciones aerodinámicas y cuestiones estéticas. Por suerte, el presidente de la FIA Jean Todt, se mantuvo firme en su posición de incorporarlo y ahora recoge los frutos y elogios.

´La fortaleza del Halo también fue determinante para que el francés Romain Grosjean pudiese salir vivo del impresionante choque e incendio de su Haas en Bahrein 2020.
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Como Hamilton en Monza, otros pilotos de Formula 1, deben estar eternamente agradecido al Halo. Charles Leclerc, por haber evitado que el McLaren de Fernando Alonso lo golpease en la cabeza tras un múltiple choque en el Gran Premio de Bélgica 2018. Romain Grosjean, porque resistió el impacto contra el guardarail, que segundos después le permitió salir de la hoguera en que se había convertido su Haas tras su espectacular despiste en Bahrein 2020. Aplicado a otras categorías (Fórmulas 2, 3 y E) también, el Halo salvó al japonés Tadasuke Makino en el accidente protagonizado con su compatriota Nidei Fukuzumi en una carrera de Fórmula 2, en el circuito español de Montmeló en 2018.

Ahora le tocó nada menos que a Hamilton, resultar el afortunado beneficiario del Halo que, en principio muchos vieron como un demonio y ahora nadie duda que es el ángel protector que tienen los pilotos.

 

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