¿SERVIRÁ PARA ALGO?

Esta es la pregunta que se abrió ante la modificación deportiva que estrenó el Súper TC 2000 en el Autódromo Juan Manuel Fangio de Rosario. Es la sesión de entrenamientos que el viernes inauguró la actividad de la 4ª fecha, con la particularidad que no tuvo la misma duración para todos los pilotos.

Programada entre las 16 y 17, recién en el último cuarto de hora podían incorporarse Leonel Pernía, Julián Santero, Facundo Ardusso, Matías Rossi, Agustin Canapino y Matías Milla, es decir los seis primeros del campeonato.

 

Integrantes del podio en Villicum, Santero,, Rossi y Milla, tres de los seis pilotos con actividad limitada en el entrenamiento inicial en Rosario.

La idea es que los pilotos y equipos que hasta el momento no le hayan encontrado la vuelta a este nuevo Súper TC 2000, tuvieran más tiempo para trabajar que quienes han dominando en las tres primeras fechas. Una idea que va a contramano del verdadero espíritu deportivo.

En Rosario también podía quedar definida a futuro la otra modificación  deportiva que va madurando en la categoría: la incorporación del lastre. “Lo definiremos con los equipos”, se limitó a comentar Edgardo Fernández, responsable técnico y deportivo del Súper, a visionauto. Lo que está claro es que como en las tres anteriores fechas, sólo había 17 autos en la grilla. La llegada de media docena de  motores Oreca desde Francia, abrió la esperanza que en la próxima, 30 de junio en Paraná, ese número tan mal visto en el automovilismo, cambie por uno mayor.

Fotos: Prensa Súper TC 2000.

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