ASIENTO 34A, VENTANILLA, en el vuelo que Citroen fletó para regresar de Termas de Río Hondo a Buenos Aires. El campeón mundial revolucionó al pasaje…
Como todo el equipo Citroen, fue de los últimos en abordar el DC10. Recibió los aplausos al aproximarse por el pasillo, “me sacaron tan rápido que ni pude despedirme de mis viejos” se lamentó con una sonrisa. Al paso, un impresentable empieza a cantar “es para Muller que lo mira por TV”, teniendo en cuenta que el francés también estaba a bordo del aparato, pero el cordobés lo atajó con la mirada y una censura explícita: “No, no, eso no…”. A lo largo de los 100 minutos que duró la travesía, firmó de todo: fotos, gorras, sobreros de paja y ¡hasta el dorso de un teléfono celular! “Eso no es nada: una vez un guaso me hizo firmarle el DNI…” se ríe el cordobés.
El director técnico del equipo, Xavier Mestelan Piñon, se acercó a la fila 34 para hablar con el cordobés sobre el desempeño del auto, que se estrenaba en esta fecha, durante unos diez minutos. Le trae la noticia de que su compañero Yvan Muller ha sido penalizado por el toque a Mehdi Bennani en la segunda carrera. “¿En serio? No, se pasaron… Los comisarios son iguales en todas partes. ¡Si en Suzuka, Yvan hizo lo mismo con (Hugo) Valente y ni lo apercibieron! Bennani le dejó la puerta muy, muy abierta”.
A 30 mil pies de altura, con el aparato estabilizado y mientras se sirvieron las bebidas, Pecho encontró un ratito de calma para trabajar… ¿Cómo? Sí, en un debriefing personal: De su mochila sacó una carpeta con material atinente a la carrera, pidió un bolígrafo al colega Martín Urruty de ESPN, y se dedicó a escribir su informe de ambas carreras, como se ve en la foto. Mientras tanto, desgranó algunas reflexiones sobre el fin de semana:
“La largada de la primera carrera fue áspera, sí, pero no pasó nada raro. Yo me abro y lo dejo sin pista a Yvan, por eso los toques, totalmente normales, después él se pasa en la primera curva y consigo meterme por adentro. Nada raro”.
“A Seb (Loeb) no lo pude correr en la segunda carrera, porque el auto estaba puesto a punto para avanzar en el pelotón, no para andar rápido. Largué muy bien, lo pasé rápido a Yvan pero después de fui un poco en la curva 3, Seb y Ma avanzaron más rápido. Cuando quedamos mano a mano yo ya estaba un poco cansado. Sí, fijate en esa vuelta en la que pierdo un segundo (el giro 12 de la segunda carrera) ahí fue porque aflojé, el fin de semana estaba completo”.
“Empezamos fuerte como el año pasado. Lo de Seb no me sorprende, seguramente él tenía más margen para mejorar que Yvan”.
“A mí me sorprendió que los Honda no estuvieran mejor. Lo pasé demasiado fácil a (Gabriele) Tarquini en la segunda carrera. Es una intriga, tendrían que andar un poco más”.
“No creo que tengamos nunca más en el año el calor de este fin de semana en Termas, aunque dicen que en Tailandia puede ser similar. Nosotros teníamos el casco con refrigeración, y aguantamos, pero a mí me cansó. ¿Beber líquido? No, después de la segunda vuelta el agua se vuelve té, de lo caliente que se pone…”
“Me voy el miércoles a Suiza, tengo que hacer una presentación en el salón de Ginebra, y después vuelvo para Brasil, a correr la prueba inaugural del Stock Car brasileño, se puso linda esa categoría”.
Se sacó las últimas fotos antes de descender de la máquina y bromeó con Matías Rossi en el micro que lo transportó a la terminal C del Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Loeb bajó del avión en ojotas, Muller parecía cualquier cosa menos un corredor de autos. López salió corriendo de la terminal detrás de ellos. Tuvo suerte: a diferencia de lo sucedido a bordo, nadie pareció notar que había un campeón del mundo queriendo irse a descansar…
Por el equipo de VA (en pleno vuelo desde Termas)
Foto: Martín Urruty
un grande pecho, ahi te das cuenta su mentalidad y porque le va como le va, en vez de boludear, se hace un tiempo para laburar pensando en lo que viene.