PERDIERON DINERO PERO QUIEREN MANTENER AL TC 2000

AIF

Mucho verde y no tanta gente como la esperada rodeó al TC 2000 en su paso por Oberá.

LOS NÚMEROS NO LE CERRARON A OBERÁ

Pasado el entusiasmo de haber recibido al TC 2000, los muchachos del Automóvil Club Oberá (ACO) se pusieron serios a la hora de hacer números y ver que no le cerraban las cuentas. No les llamó la atención porque lo intuían por la nueva forma de negociar la carrera que impuso la categoría y que debieron aceptar para tenerla otra vez en tierra colorada. Hasta el año pasado compartían gastos y repartían utilidades, pero los tiempos cambiaron y debieron ponerse con 550.000 pesos para que al menos una vez hubiese ruido de nivel nacional en el pintoresco trazado misionero. Es cierto que la mitad de esa cifra la aportó la gobernación pero a la otra mitad que debieron aportar los muchachos del ACO se agregaron gastos de organización que según informaron anduvieron por los 100.000 pesos.

Conocedor de todo esto, era entendible el gesto de preocupación de Roberto Rocholl, el longuíneo presidente del ACO, cuando al promediar la mañana del domingo recorría las instalaciones y comprobaba que lejos estaban de juntar las 10.000 personas que necesitaban para no perder dinero. “Apenas hay la mitad” dijo y aunque el recuento posterior reveló algunas más ni siquiera estuvo cerca de salvarlo del rojo en los números.

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El contratiempo no le quitó el entusiasmo a los misioneros que ya piensan en la visita del TC 2000 para el 2011. “Voy a pedirle a Peón una fecha para julio o agosto, antes de las Fiesta del Inmigrante” anticipó Enrique Urrutia, el ex piloto y activo dirigente del ACO, quien también señaló la importancia de volver a tener un piloto local como en algún tiempo estuvo Carlos Okulovich y en el futuro puede estar el mismo Okulovich o Rafael Morgenstern. Urrutía también adelantó gestiones ante los responsables de los organismos de Turismo de la provincia de Misiones para mejorar y ampliar la capacidad hotelera de Oberá. “Quedé muy caliente con ese tema porque no estamos en el nivel que se merecen quienes nos visitan” reconoció. No fue el único.

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