NO SE CANSA DE GANAR Y CAMINA FIRME HACIA EL «TRI».
Salvando todas las distancias indudables, lo que pasa con Leonel Pernia en el TC2000 con sus repetidos y hasta cómodos triunfos sobre el Renault Fluence, se asemeja al contundente dominio de Max Verstappen en Fórmula 1. Agota los elogios, aburre en algunos casos, y hasta relativiza el valor de los triunfos por parecer tan simples más allá que no lo sean en todas las carreras.
Como a Max en la Máxima, a medida que pasaron las fechas le han surgido a Leo rivales con posibilidades de complicarle el domingo triunfal. Sin embargo casi siempre, en seis de las ocho fechas (recordá que Pernía no corrió en Rosario), el mayor festejo fue el del bicampeón, quien así poco a poco fue construyendo una sólida ventaja en el camino a su tercer título en la categoría.
Los Honda, y especialmente Facundo Ardusso, asomaban como la esperanza del cambio para la fecha que ante un importante marco de público. reencontró al TC2000 con el Autódromo de Nueve de Julio luego de 26 años. Un reencuentro que merece continuidad, en la medida que se mejore su infraestructura y básicamente la pista que pide a gritos la repavimentación.
La pole de Ardusso, más el 1-2 de Honda en la grilla de la primera final, formaron una excelente base para pensar en ese triunfo que la marca necesitaba y que era el primer paso para el doblete. Hubo triunfo, pero no del elegido Ardusso, que increíblemente lo vio escapar a pocos minutos del final, cuando con el tránsito del auto de seguridad la linga que llevan todos los autos en la trompa, desprendida de su vehículo, rompió el pico de la goma delantera derecha del Honda, eso hizo que no tardarada en perder aire y obligó a Facu al paso por boxes y a resignar una merecida victoria. ¡De no creer! pero real. «Así son las carreras. Prefiero parar ganando que en medio del pelotón», se consoló diciendo Ardusso, con la hidalguía que siempre lo acompaña. Igual el triunfo de Honda quedó a salvo en la curva final, cuando la mayor experiencia de Llaver le permitió superar al Corolla de Facundo Aldrighetti. Fue de lo poco de emotivo que se vio en las dos carreras.
“Me veo con buenas posibilidades”, anticipaba Pernía en la previa de la segunda final. Y no era infundado ese optimismo. Por delante tenía al Toyota de Aldrighetti y al Honda de LLaver. Al primero no tardó en superarlo sin problemas. Llaver disfrutó unos diez minutos del liderazgo hasta que Leo decidió ejecutarlo, aplicando uno de los varios push to pass, guardados del carrera inicial. “Sabía que no tenía para aguantarlo, y que se caía en el ritmo. Nos faltó el elemento aerodinámico que tuvo Ardusso. Ojalá pueda tenerlo en la próxima”, contó Berni ante los colegas de Campeones, confirmando la impresión que los dos Honda no estaban iguales. Fin de la carrera y comienzo del paseo veloz de Pernía mientras detrás, Julián Santero (Toyota oficial) también daba cuenta de Llaver y calladito, calladito, se instalaba en el segundo lugar de la carrera y el campeonato. A no descuidarlo al mendocino, sabés que es veloz, aguerrido y confiable, y en la próxima fecha nada menos que los 200 Km de Buenos Aires con puntaje especial, tendrá como invitado a Matías Rossi.
Fotos:Prensa TC2000.