UNA JOYA HISTÓRICA
Es la que descubrió Visión en uno de los garages durante su recorrida por el circuito de Daytona mientras esperaba la largada de las 24 Horas. Y es bueno reconocer que lo invadió la emoción y la nostalgia al ver ese BMW 3,0 CSL, que el sueco Ronnie Peterson y el inglés Brian Redman compartieron en la edición 1975 de las 24 Horas. El auto conservaba sus colores originales (los tradicionales de BMW), los nombres de sus pilotos en sus laterales y hasta el número 25 que lució hace 42 años.
Ese BMW no es un auto de carrera más. Tiene su buena historia ya que fue uno de los ejemplares (el otro lo corrieron el alemán Hans Stiuck y el estadounidense Sam Posey) con los que BMW desembarcó ese año en la tradicional carrera en el primer paso de su ingreso al automovilismo estadounidense. Tenía un motor de 6 cilindros, 3.498cc y una potencia de 440HP. Además despertó expectativas por la integración del binomio que juntaba a una figura de la Fórmula 1, como por entonces ya lo era Peterson, con Redman uno de los referentes delos Sport y con un breve paso (12 Grandes Premos) por la Máxima entre fines de lso 60 y principios de los 70.
Como tantas veces las expectativas previas superaron a los hechos. El BMW apenas pudo dar 29 vueltas antes de ingresar definitivamente a boxes con insalvables problemas de motor en momentos que al volantee estaba Peterson. La primera revancha llegó un mes y medio después con el triunfo en las 12 Horas de Sebring. No estuvo Peterson, reclamando con exclusividad por Lotus para su equipo de Fórmula 1, pero si, Redman, que manejó 7 de las 12 horas y dejó las restantes para Allan Moffat, su nuevo compañero. El segundo desquite se produjo en al edición 1976 de las 24 Horas y también participó Redman, quien esta vez festejó en el podio con el estadounidense Peter Gregg y el inglés John Fitzpatrick.
Por Carlos Saavedra (Enviado especial a Daytona, Estadoss Unidos)i
Fotos: Visión y motorsport
