DOS PARA EL TANGO

«Siempre se necesitan dos para bailar el tango, ¿no es cierto? Bueno, en este incidente éramos dos, Heikki (Kovalainen) y yo. Yo manejé autos lentos, sé lo que es estar en el fondo de la grilla, y entiendo que cuando uno viene desde atrás con semejante diferencia de velocidad, es como si uno fuera a… Yo quería aprovechar la succión y pasarlo pero el me bloqueó repentina, agresivamente. Lo que me sorprendió fue lo pronto que frenó, eso me tomó desprevenido. No importa dónde estaba yo, qué tan cerca o si ya estaba en la succión, siempre tenía todo bajo control. Fue un momento feo. La diferencia de velocidad era enorme y de repente él cerró la puerta y yo pensé ‘¿adónde va?’. Frenó o levantó o lo que haya sido, y lo hizo 80 metros antes de dónde yo había frenado la vuelta anterior».
(Textual de Mark Webber, tras el accidente del Grand Prix de Europa)

«Esto no debería haber sucedido. Creo que él se sorprendió por lo anticipado que tuve que frenar en esa curva. Yo estaba defendiendo mi posición, estaba corriendo contra él y siempre quiero correr, pero creo que él no estaba seguro por dónde ir y en ese momento toqué el freno, no tuvo chance de reacción. Creo que eso es lo que sucedió. Me parece que la diferencia de velocidad entre los autos no es el problema, somos suficientemente buenos como para lidiar con eso. Pese a la diferencia que hay este año con los autos de punta, nunca sentí que fuera demasiado para mí o que no pudiera manejar la situación»

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(La versión de Heikki Kovalainen)



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