DOS CARRERAS EN UNA.
Son las que había en Paraná por la undécima fecha de la temporada del TC. Por un lado estaba la habitual que decidía los seis lugares restantes para el play off. Por el otro, teníamos la mini carrera para definir el ganador de la etapa regular, con el atractivo botín de los 15 puntos. Un valiosa recompensa que el 4 de diciembre, cuando se corra la fecha final puede marcar la diferencia entre salir campeón o quedarse con las ganas.
“Son puntos que valen oro..”, reconoció Matías Rossi, que potenció su candidatura con esa pole position que el viernes parecía inalcanzable, cuando el Misil se mostraba preocupado por el 9º lugar, y adelantaba la casi imposibilidad de mejorarlo. “Así son los autos de carrera… No mejoramos mucho el rendimiento del Chevrolet pero cambiaron las condiciones climáticas y de la pista, y nuestro auto se adaptó mejor que otros… ”, argumentó el Misil apoyándose en un sábado frÍo, desapacible, con permanente amenaza de lluvia solo concretada por aisladas lloviznas.
Un clima que reinó para todos aunque paradójicamente Rossi, fue uno de los pocos del grupo de punta que mejoró su tiempo del día anterior. La pole tuvo un doble valor. Le dio el par de puntos que redujeron a 5,50 puntos (438 a 432,50), la diferencia que le llevaba Mariano Werner en las posiciones del campeonato, y lo posicionó como gran candidato para ganar la carrera y llevarse la etapa regular y los 15 puntos.
Mariano Werner era el principal escollo que Rossi debía vencer, mientras que Guillermo Ortelli era la amenaza de la que tendría que cuidarse, luego de la recuperación mostrada por el piloto de Salto que le permitió escalar al 9° puesto en clasificación. Sobre este trío estaban puestas las principales expectativas sobre la definición de la etapa regular. Las chances de Juan Manuel Silva, a 41 puntos con 47 en juego, sólo podían ser consideradas desde el lugar de las matemáticas. Encima el chaqueño había clasificado 13º.
”Dale Rossi, vos ya ganaste una Copa, déjame ésta para mí…” , le largó Mariano a Matías en el frío atardecer de Paraná, mirando la imponente Copa de Oro, durante la presentación oficial en una reunión que en pleno autódromo presidió Hugo Mazzacane.
El titular de la ACTC aprovechó la oportunidad, para comprometer al entrerriano a entregar su Ford al Museo del Autódromo Roberto Mouras en caso de lograr el campeonato. “Con todo gusto…”, respondió a pura sonrisa Mariano, quien como Matías consideró clave atrapar los 15 puntos como ganador de la etapa regular. “Si no los tenés, se sentirán en la definición…”, puntualizó el entrerriano quien pese llegar como último vencedor del torneo estrenó un auto que tras una tarea sin descanso, sus mecánicos terminaron en la madrugada del miércoles anterior.”Los locos y obsesivos hacen estas cosas”, fue el comentario de José Werner, sobre el afán perfeccionista de su hijo Mariano que motivó su decisión de dejar en su taller el auto con el que dos semanas atrás venció en Rafaela en la Carrera del Millón.
“Lo prioridad es ganar la etapa regular, pero también iremos por el triunfo”, coincidieron Rossi y Werner. Sabedores que el festejo de una victoria en tierra entrerriana, sería otro importante paso en el camino al campeonato. En cualquiera de los casos, significaría el tercer éxito en el año. Algo que en función de la Copa de Oro le otorgaría un bonus de 24 puntos (8 por cada triunfo), que sumados a los 15 a cosechar como ganador de la etapa regular darían un total de 39 para arrancar el 11 de septiembre en San Luis la 9ª edición de la Copa de Oro. Una buena base para pensar en reconquistar el título en el caso de Rossi, o en disfrutarlo por primera vez en el de Werner. Esto sin olvidar a Guillermo Ortelli, un tercero silencioso pero amenazante que llegó con un importante antecedente en este circuito. De los candidatos, nadie ganó tanto (cuatro victorias) sobre un TC. Para tener en cuenta.
Por Miguel Sebastián (Especial desde Paraná)
Fotos: AIF
