EN EL GRAN PREMIO DE DETROIT DE INDYCAR. REEMPLAZÓ A ILOTT EN EL EQUIPO DE JUNCOS.
Tremendo. A poco de quedarse sin la victoria en las 500 Millas de Indianápolis, Will Power ganó en Detroit y de esa forma, logró la redención luego del abandono en 2021.
Ahora bien, fijate, uno de los hechos más llamativos de la carrera en la Isla de Belle (se corrió por última vez, ya que Indycar se mudará al centro de la ciudad en 2023), fue el desgaste físico sufrido por los pilotos.
Dieron 70 vueltas sin banderas amarillas, de principio a fin. Eso hizo que los pilotos anduvieran a fondo en el callejero, caracterizado por sus baches y asfalto ondulado.
Uno de los que más sufrió fue Santino Ferrucci. El joven piloto, venía de ser 10mo en las Indy 500, y reemplazó al lesionado, Callum Ilott en Juncos Hollinger Racing, justamente en una mano producto del piñón que se dio. Santino hizo una buena carrera, hasta que sus manos empezaron a pasarle factura. Ricardo Juncos, dueño del equipo, explicó que le pasó a Ferrucci en Detroit.
«La pista de Detroit se sigue rompiendo. Es muy brutal, los pilotos terminan casi muertos, Santino se podía haber metido entre los 12 y le pegó a la pared. A partir de la vuelta 15 se le rompió la piel de la mano», señaló
«No imáginabamos -apuntó- tener a Santino con ampollas y las manos destrozadas, fue atípico no tener banderas amarillas. La idea era terminar, porque estábamos en una situación insostenible, no podía manejar!. Creo que el equipo hizo un trabajo bárbaro. Entre los pilotos de IndyCar e IndyPro han padecido con las manos, en el caso de él no llegamos a ponerle un volante a su medida, eso nos complicó mucho».
«Mi coche fue muy rápido, pero no podíao sujetar el volante porque tenía ampollas, fue muy duro, de todas formas quedé muy contento por la oportunidad y espero poder correr para el JHR en algún momento en el futuro», apuntó el piloto.
Para Road América que ya viene el finde, se espera que Callum Ilott tenga el alta médica para volver al equipo.
Por Alain Alvarez (periodista invitado)
