FRUTA, CARNE Y OTROS COMESTIBLES O ALIMENTOS IMPULSA UNA MAYOR EXIGENCIA PARA GARANTIZAR ENTREGAS RÁPIDAS Y EN CONDICIONES ÓPTIMAS.
La última milla adquiere un rol estratégico dentro de la cadena de valor. La demanda no solo es entregar más rápido, sino hacerlo con precisión, lo que requiere sistemas de cadena de frío que garanticen frescura, seguridad y confianza.
“El transporte terrestre refrigerado se posiciona como un factor determinante. Un envío que no garantice temperaturas adecuadas puede perder su valor en cuestión de minutos, lo que coloca a la logística como protagonista de la competitividad del ecommerce de alimentos en Argentina y la región”, afirmó José Carlos Gómez, director de Ventas LAR Norte de Thermo King.

El crecimiento del consumo digital ha disparado la necesidad de reforzar la infraestructura logística en Argentina. La cadena de frío ya no puede verse sólo como un componente operativo: hoy es una inversión estratégica para sostener productos perecederos en condiciones óptimas y ganar competitividad.
Según Grand View Research, el mercado mundial de la cadena de frío alcanzará los 427.6 mil millones de dólares en 2030, con alimentos y bebidas dominando más del 77% de la participación global. La sustentabilidad también se convierte en eje clave: reducir costos energéticos, optimizar rutas y cumplir estándares ambientales son hoy prioridades.

La consolidación del comercio electrónico de alimentos trajo nuevos desafíos: control estricto de temperatura, transporte especializado, embalajes adecuados, monitoreo en tiempo real y coordinación entre actores. Innovaciones tecnológicas y modelos de transporte sustentable ofrecen soluciones concretas, desde vehículos más eficientes hasta sistemas de monitoreo continuo.


















