UN PEREGRINO DEL AUTOMOVILISMO

Esto es lo que se considera Juan Carlos Della Penna o John Della Penna como se lo conoce a este argentino de nacimiento, pero casi un estadounidense más, por sus 46 años de residencia (“me fuí a los 20”) en Estados Unidos. La mayoría dedicados al automovilismo en distintas etapas que tuvieron como punto máximo la constitución de su propio equipo en el CART, actual IndyCar, con participaciones en varias ediciones de las famosas 500 Millas de Indianápolis.

«Quiero seguir ligado al automovilismo pero no con un equipo. Me gustaria asesorar o colaborar. A este altura de mi vida, quiero elegir lo que hago» destaca Della Penna sobre su actualidad.

“Tuve el equipo hasta el 2001 cuando lo vendí y me dediqué a otros negocios”, le cuenta Della Penna a Visión en la tranquilidad y comodidad del amplio lobby del Park Tower, su “hogar” durante su paso por Argentina.

“Si bien dejé de tener el equipo durante los últimos años, tuve un acercamiento al automovilismo. En el 2007 me involucré en un lindo proyecto con Chip Ganassi en Indy Lights con Pablo Pérez Companc como piloto. Lamentablemente en la carrera inicial de Homestead, Pablo tuvo un accidente muy grave y todo se frustró. Ese accidente me golpeó mucho, me sacó el aire. Volví a dejar porque en parte me consideré responsable, y también porque ya venía con el antecedente de lo que había pasado con Norberto Fontana y poco tiempo atrás con el accidente fatal de Greg Moore, de quien era amigo. Tuve otras propuestas para hacer Ferrari Challenge y GT 3 en Europa con Zak Brown, el actual director de McLaren en Fórmula 1, pero también me abrí porque tenía que viajar a Europa y eso me demandaba mucho tiempo”.

  •  “TINELLI ME PAGÓ TODO”

La mención de Norberto Fontana deriva inevitablemente en el breve paso que en la parte inicial  del 2000 tuvo el piloto de Arrecifes por el equipo de John en el CART.

Comenzamos a hablar a fines del 99, pero Norberto me dijo que estaba esperando si le salía lo de Minardi para volver a la Fórmula 1. Cuando no se le dió, volvimos a hablar e hicimos una prueba en un circuito mixto. Como las gestiones se terminaron a  último momento no pudimos probar en un óvalo, algo que me interesaba porque Norberto no tenía experiencia en ese tipo de circuitos”.

Un 9º puesto en Cleveland, un circuito mixto, fue el mejor resultado de Fontana en las 10 carreras que en 2000 corrió en el CART, con el Reynard-Toyota del equipo de Della Penna.
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-Igual arrancaron la temporada…

-“Si, y en la carrera inicial en Homestead  Norberto anduvo bien pero tuvo un problema con una fuga de aceite. La siguiente fue en el callejero de Long Beach y venía para el podio hasta que faltando poco se pasó en una curva, golpeó contra las gomas y se retrasó».

-¿Por entonces ya tenían el apoyo de Marcelo Tinelli?

-Como tenía un espacio libre en el auto, hicimos un acuerdo publicitario con Felipe McGough y Tinelli, para el patrocinio de Ideas del Sur y la posibilidad que Telefé transmitiese las carreras del CART. Finalmente esto último no se dio y al no haber tampoco resultados comenzaron algunos problemas pese a que recién iban  apenas dos fechas. Encima después fuimos a una carrera en un óvalo en Motegi, Japòn, donde Norberto se pegó un palo bárbaro en los entrenamientos, y hubo que llevarlo en helicóptero a un hospital. Esto me confirmó su falta de experiencia y adaptación a los óvalos. Si bien después Norberto anduvo bastante bien en carreras en circuitos mixtos, todavía faltaban varias fechas en óvalos. Como quería retenerlo en el equipo, en un momento pensé en seguir con Norberto en circuitos mixtos y tener otro piloto para óvalos, pero no me pareció serio ni tampoco lo aceptó la gente de Toyota que estaba preocupada por la falta de buenos resultados y era quien me apoyaba económicamente. Lo charlé con Fontana que entendió la situación y decidió volverse a la Argentina”.

La charla con Visión fue extensa y amena. Della Penna repasó distintos temas con claridad y sencillez Una personalidad del automovilismo para escuchar por su gran experiencia..

Se habló mucho en ese momento que te habían dejado con deudas…

-“No. Tinelli y su gente me pagaron todo. Llegamos  a un acuerdo y me abonaron la parte proporcional a las carreras que corrió Norberto”, responde John con la sensación de querer dejar atrás el tema.

-¿Después, ya  no tuviste otra posibilidad de tener un piloto argentino en tu equipo?

-“No porque al poco tiempo y luego de algunas carreras con el estadounidense Memo Gidley, vendí el equipo. Ayudé a Esteban Guerrieri pero ya no tenía el equipo. Por eso si bien siempre quise tener un piloto argentino en mi equipo nunca más pude cumplir el sueño de tenerlo…”

  • “EL SUEÑO DE UN PILOTO ARGENTINO EN F1 ES IMPOSIBLE”

Vivir en Estados Unidos y palpar de cerca su automovilismo, no le impide a Della Penna tener su visión de la Fórmula 1, y menos en estos tiempos que una empresa estadounidense (Liberty Media), es la que tienen el mando de la categoría luego de la extensa era de Bernie Ecclestone.

“Liberty está proponiendo unas serie de cambios para reposicionar la  Fórmula 1 pero no le será fácil porque necesita aglutinar a los equipos para que coincidan en los objetivos, fijar costos para que no se desborden, escuchar a los patrocinantes y tener en cuenta los contrato televisivos que son muy importantes. Entre todo esto tiene que lograr un equilibrio que no es sencillo. Han caído las audiencias televisivas, y por eso se debe recuperar ese interés perdido. Ahora bien por ejemplo, la Fórmula 1 cotiza en bolsa, lo que significa la importancia que tiene”.

«Siempre me interesó la técnica, por eso me gustaba más la Indy de fines de los 90, donde había más libertades y variantes en motores chasis y neumáticos. Ahora está todo muy acotado y sólo hay dos fábricas Chevrolet y Honda», destaca John en la comparación de dos épocas.

-¿Y cómo se logra?

-Hay que buscar canales alternativos a los que utilizaba Ecclestone que manejaba a la Fórmula 1 como un arte pero no, como una ciencia. Activar facilidades para que el público vuelva a los autódromos Las cosas cambiaron mucho y siguen cambiando, y esto también va para el automovilismo argentino que tiene similares problemas. Actualmente un chico con un iphone puede ver carreras, videos, cosas entretenidas y competir en simuladores en vez de ir al autódromo pasar dos horas mirando una carrera que puede ser aburrida. Frente a esto hay que energizar a los jóvenes para que se sientan atraídos por el automovilismo, hay que actualizar las facilidades para que los jóvenes se acerquen al automovilismo!. Este es el gran desafío porque las nuevas generaciones, son las que sostendrán la actividad en el futuro ya que las generaciones anteriores, que son los actuales seguidores, van pasando por la inevitable ley de la vida.

John Della Penna reconoce que le gusta Buenos Aires pero también que su vida, junto con su familia, está en Estados Unidos.

-¿Cuándo volveremos a tener un piloto argentino en la Fórmula 1?

-En estos momentos, tener a un piloto argentino en la Fórmula 1 es un sueño imposible. Ya no pasa por tener capacidad y dinero e ir a Europa. Desde hace años al piloto de Fórmula 1 se lo forma e impulsa desde los ¡6 años!, con un grupo de trabajo que incluye médicos, sicólogos, asesores, contactos con los equipos. El caso emblemático es el de Lewis Hamilton. Arrancar a los 16 años es tarde. Este tipo de preparación no se entiende en Argentina donde no se trabaja con mentalidad europea ni tampoco con objetivos a largo plazo. El ultimo argentino que hizo lo que entendió lo que tenía que hacer para  llegar a la Fórmula 1 fue Pechito López, que se fue desde muy chico a Europa”.

-¿Y por qué no llegó?

-Pechito no llegó por distintas causas como pasa con muchos pilotos ingleses, italianos, brasileños, franceses que tampoco llegan. En Argentina se nota más porque generalmente tenemos un solo piloto en ese camino, pero pasa con todos los países porque en la Fórmula 1 solo hay lugar para 20.

  •  “NUNCA VOY A ENTENDER AL TC”

Pese a la distancia, la actualidad del automovilismo argentino no pasa desapercibida para Della Penna que pudo comprobarla en situ con su reciente presencia en Rosario en la carrera del Súper TC 2000. “Me interesaría ayudar al automovilismo argentino aportando mi punto de vista desde un lugar diferente”, le comenta a Visión, café por medio, antes que con el fresco recuerdo de lo vivido en el lluvioso fin de semana rosarino señale que “tiene muy buenos pilotos y autos con gran tecnología, pero también tiene falencias de infraestructura en algunos circuitos. Hay unos a nivel internacional como el de Termas, pero otros como Rosario que necesitan muchas mejoras”.

Como a tantos que la miran desde afuera, el TC le genera una particular inquietud a Della Penna. «No sé cuál es el negocio de la categoría, los pilotos, los equipos»,dice intrigado

-También hay muchas categorías…

-Ese es otro gran problema, yo noto que hay demasiadas categorías, eso genera dispersión en los equipos, pilotos, público, y también confusion. Además varias categorías son similares, así no es viable. Los argentinos son muy individualistas y cada uno quiere hacer su negocio. Esto termina por alejar a la gente, por eso hay buscar estrategias para llegar al público, atraer a los más jóvenes como digo, y recuperar el valor patrimonial de las categorías.

Ese valor sigue teniendo en el TC su punto más alto…

-Nunca voy a entender al TC. Todo es distinto, no sé cuál es el negocio de la categoría, de sus pilotos, de los equipos. No sé si es bueno o no. La veo como una antiguedad, pero no puedo desconocer su gran vigencia y popularidad.

-¿Seguís en contacto con Pablo Peón?, pregunta VA con el antecedente del asesoramiento que Della Penna le brindó en el 2005 al por entonces presidente del TC 2000, para que la categoría pudiese correr en el óvalo de Rafaela .

“Nos hablamos con cierta frecuencia. Es una persona muy talentosa y capaz. Un innovador con una mirada distinta. Lo respeto mucho por lo que hizo por el TC 2000 y el Súper, negociando y concretando carreras importantes e incorporando nuevos patrocinantes”.

Della Penna cuenta en su libro Made in Argentina que acaba de presentar, sus vivencias personales y deportivas. «Decidí escribirlo para volcar todo lo aprendido en mi peregrinaje por el mundo», confiesa.

-¿Se puede volver a correr en el óvalo de Rafaela?

-Con trabajos en el circuito y modificaciones en los autos se puede correr en Rafaela, pero lo ideal sería tener un óvalo de 1 o 1 ½ milla. No hay que olvidar que Rafaela tiene casi 3 millas.

Sobre la despedida, Della Penna pone sobre la mesa su libro “Made en Argentina”, en el que narra sus vivencias humanas y deportivas desde su Olivos natal hasta llegar a Estados Unidos.  “Comencé a escribirlo después de vender el equipo, y pese terminarlo enseguida lo tuve diez años sin tocar. Al volver a leerlo después de tanto tiempo, noté que le faltaba algo y lo completé”, revela John antes de contar que “lo escribí para dejar testimonios y enseñanzas a los jóvenes argentinos con sueños…”.

Muy bien John.

Por Miguel Sebastián y Carlos Saavedra

Fotos: Mónica Paz

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