OTRA VEZ SOPA.

Mariano Altuna solía decir que más que lograr un título le interesaba  ganar al menos una carrera por año. Como nunca antes, esta temporada ganó varias carreras en el Top Race V6, y como nunca antes tuvo el título al alcance de sus manos.

Si hasta lo festejó en el podio, tras la áspera y polémica definición (foto apertura), en el pintoresco Autódromo Martín Miguel de Guemes de  Salta con Agustín Canapino. Prevaleció en la pista por apenas ¡019/1000! tras una hora de carrera. La acertada decisión de los comisarios deportivos, le dio el triunfo al Titán, y como consecuencia su sexta corona en la categoría (octava del Sportteam) , y la segunda en el año para el arrecifeño, recordando su anterior consagración en el Súper TC 2000.

Altuna festejó inicialmente su victoria y el título. Luego le llegaría la mala nueva del recargo que lo dejo 2º y sin campeonato.

 

“Soy un digno campeón, más allá que no luzca el número uno…” , repitió un enojado Altuna, quien como consuelo, recibió los mejores aplausos por la tarde en la ceremonia de entrega de premios. Se entendió la  bronca del Monito, por haber tenido tan cerca algo que nunca tuvo, y que por el desarrollo del campeonato merecía tanto como Agustín.

También pudo comprenderse su agónico y desesperado intento, por superar al Titan en la curva final. Allí donde colocó dos ruedas del Cruze sobre el pasto, y tocó al Mercedes de Canapino, fabricando el hueco para el inminente para el sobrepaso.

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Una maniobra muy fina, donde sólo los protagonistas sabrán hasta donde uno (Canapino) anticipó el frenaje, y el otro (Altuna) lo estiró. Condenatorio para el Monito, al menos bajo los reglamentos argentinos, fue que colocara dos ruedas sobre el pasto.

Y finalmente fue Canapino quien alzó una vez mas la copa de campeón del Top Race V6. Es la sexta.

 

Así por segunda semana consecutiva, el automovilismo nacional vio definir un campeonato en los últimos metros, y lo terminó  más tarde con una decisión de los comisarios deportivos. No fue lo mejor pero reusltó lo correcto. A diferencia  del Turismo Carretera en el Roberto Mouras, donde Mariano Werner con su choque a Matías Rossi, apostó a una carta que ya sabía perdedora, su tocayo Altuna  se jugó a todo o nada frente a su único rival directo, con la esperanza de que fuese su pasaporte al título.

Faltaron centímetros para que le saliese bien, como hubiese ocurrido de haber transitado totalmente sobre la pista. No pudo ser, y esto no le quitó mérito a su intento pero sí, legitimidad, ya que los reglamentos indican que los límites están en la pista. El día que esos límites la excedan, hablaremos de otra cosa y tendrán lugar aquellos que en función del espectáculo, justifican estas desesperadas y agónicas actitudes de quienes no respetan límites, entregan vibrantes y polémicas definiciones pero finalmente no obtienen  ningún resultado positivo.

 

Por M.S.

Fotos: Prensa TRV6

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3 COMENTARIOS

  1. Puede enojarse porque estuvo cerca. Pero así no se corre. Bien recargado. El pasto no es parte de la pista…

  2. Altuna se demoró en atacar a Canapino, porque siendo puntero Risatti era campeón. Pero era previsible que Canapino se la iba a jugar por la punta.- Estuvo demasiado tranquilo cuando podría haberlo desgastado durante muchas vueltas. Claro, es el diario del lunes….

  3. Al unico que se le permitia pasar en la ultima curva de la ultima vuelta con el auto por el pasto era al mas grande de todos, El Loco Lui !!!!!!!!

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