DESAFIANTE Y ATRACTIVO.

Como en la vida, cada cosa tiene su atractivo. Dentro del calendario de la Fórmula 1, Mónaco posee el glamour, Silverstone, su historia, Monza su gran tradición y Spa Francorchamps el encanto irresistible de un circuito que es un permanente desafío a la capacidad individual del piloto sumado a esa cuota de riesgo que está implicita en las carreras de autos. Todo esto rodeado de un marco espectacular y pintoresco en la campiña belga y una invitada casi infaltable, la lluvia.

 

Juan Manuel Fangio cerró en 1955 la serie de tres victorias en Spa. Fue el primer referente del circuito belga en épocas de poco seguridad y muchos riesgos.

Tan fuerte resulta ese encanto de Spa, que ni siquiera el implacable y a veces impiadoso progreso que tanto cercenó y modificó en los circuitos en nombre de la seguridad, pudo quitarlos totalmente como ocurrió en otras pistas. No alcanzó esa guadaña que le sacó la mitad de su recorrido original (de 14.100 metros pasó a 7.004) para hacerle desaparecer ese encanto que lo coloca como el más atractivo de los circuitos que actualmente transita el Mundial. Un escenario que se adecuó a estos tiempos sin perder la mística de su larga y rica historia.

Una intensa lluvia y la caja indócil en su Lotus 33 Climax no fueron obstáculos para que Jim Clark lograse en Bélgica 1965 uno de sus mejores triunfos.

Tal vez lo que quitó en parte ese cambio fue la alta adrenalina, adosada con mayores riesgos, que generaban las carreras en el antiguo trazado con promedios espectaculares, cercanos a los 250 Km/h. para la época. Para demostrarle vale rescatar el último Gran Premio de Bélgica corrido en el trazado de 14.100 metros hace 50 años, exactamente el 7 de junio de 1970. Una carrera cuyo promedio fue de ¡241,308 Km/h!  que por esos días la colocó como la más veloz de todas y que actualmente pese al tiempo transcurrido y el progreso en los autos se mantiene en un dignísimo undécimo lugar sólo superadas por los distintos Grandes Premios de Italia corridos en el velocísimo Monza.  Había que andar a 300 Km/h o más con esos autos y ese circuito de medio siglo atrás y esto, a diferencia de lo visto en el reciente Gran Premio de Bélgica, daba lugar a carreras altamente emotivas como las que hubo ese día y donde tal vez como reflejo su ganador fue el mexicano Pedro Rodriguez, uno de los más veloces y temerarios pilotos que pasó por el automovilismo mundial.

Rodeado de su amigo Berger y su «enemigo» Piquet, Senna celebra en Bélgica 91 su 5ta victoria en Spa. Ese día debutó Michael Schumacher,, qujen 11 años después  con su 6° triunfo batió ese récord del brasileño.

La buena costumbre que mantuvo Spa a lo largo de setenta años y por encima de cambios propios y de la Fórmula 1 fue la de premiar con reiterados éxitos a grandes campeones. La prueba más reciente fue el cuarto triunfo que el domingo logró Lewis Hamilton para sumar a los obtenidos en 2010, 2015 y 2017 y afianzarse en una lista que en los tiempos del viejo, extenso y peligroso Spa, inauguró Juan Manuel Fangio con la victoria en primer Gran Premio de Bélgica puntuable para el Mundial y que repitió en 1954 y 1955. Ya en la dorada década del 60, y también en el trazado de 14.100 metros brilló con toda intensidad la estrella de Jim Clark con cuatro festejos consecutivos entre 1962 y 1965, siempre con Lotus. Y pensar que a Clark no le gustaba a Spa…

Sobre el colorido Benetton B 192, Michael Schumacher abró en 1992 su serie de victorias en Spa y también la larga lista de éxitos en el Mundial.
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Otros dos campeonísimos domaron a Spa en la época moderna (más corto y seguro) inaugurada en 1983 y que cerró el paréntesis de 13 años sin carreras mundialistas: Ayrton Senna y Michael Schumacher. El brasileño venció con Lotus en 1985 y luego sobre el McLaren fue invencible entre 1988 y 1991. Disfrutó en vida de ese récord de cinco triunfos en Spa, que ya con su imagen instalada en el recuerdo batió Schumi al vencer en 1992, 1995, 1996, 1997, 2001 y 2002 en este circuito belga, cercano a su lugar de nacimiento y con importantes hitos en su campaña como su debut  en la Fórmula 1 (1991), el primer triunfo al año siguiente  y la consagración como séptuple campeón mundial en 2004. Ese día Michael escoltó a Kimi Raikkonen, quien comenzó a integrarse a esa exclusiva lista al inaugurar un póquer de éxitos que completó en 2005, 2007 y 2009. Sin llegar a tanto, porque “apenas” sumó tres victorias (2011-2013-2018) en Bélgica, Sebastian Vettel también se convirtió en otro de los referentes moderno en Spa

Fangio, Clark, Senna, Michael Schumacher, Raikkonen, Vettel, Hamilton. ¡Qué nombres! Campeones de primer nivel. De un nivel acorde a esa bien ganada tradición que tiene Spa como unos de los circuitos más desafiantes para los pilotos. No es casualidad entonces que sean estos grandes campeones quienes más se hayan destacado.

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