EL “INTERMINABLE” TITO COMPARTE CON FIGGO LA CARRERA DEL TC2000 EN ROSARIO.
“Es una fecha especial y única”, reconoce Figgo Bessone sobre la tercera cita del año del TC2000, que tiene como escenario el Autódromo Juan Manuel Fangio de Rosario. No le faltan razones. Resulta especial, porque significa su reaparición en la categoría luego de poco más de seis meses, ya que no corría desde el 24 de noviembre del año pasado en el Cabalén. Y es única porque por primera vez en el alto nivel nacional comparte la pista con su padre, el popular “Tito”.
A diferencia de Leonel y Tiago Pernía, también padre e hijo que corren en el TC2000, los Bessone estaban en distintos equipos y con diferentes marcas. Tito sobre el VW Nivus del Halcón Motorsport como ha estado desde que al comienzo de temporada decidió con 67 años, volver al automovilismo de primer nivel. Por su parte, Figgo encara el regreso con un Chevrolet Cruze del Pro Racing dirigido por Andrés Ramuzzi. Es uno los pocos sedanes del parque, y en la fecha anterior en el Gálvez lo manejó el ecuatoriano Christian Vallejos, luego que arrancase el campeonato en Oberá, a cargo de Ulises Campillay.
“En el TC2000 crecí como piloto y es por eso resulta un honor ser parte de esta nueva era de la categoría con la llegada de los SUV. Será todo un desafío este nuevo proyecto con el Chevrolet Cruze del equipo Pro Racing. Además, es una fecha especial donde voy a compartir pista con mi papá. Será un fin de semana único” destaca Figgo antes de contar que la idea a futuro es pasarse al Tracker, el SUV de Chevrolet.
¿Y qué dice Ernesto «Tito» Bessone ante tan especial hecho de compartir pista en una carrera con su hijo Figgo?. Está tan entusiasmado como orgulloso y emocionado. “A esta altura de mi campaña correr en una misma carrera con mi hijo es un regalo de la vida. Por eso se lo quiero agradecer a todos lo que lo posibilitaron”, comenta a VisionAuto.
Siempre es interesante saber con qué actitud un padre encara una carrera en la que comparte la pista con su hijo .¿Lo ve como un rival más? ¿Se atreve a pelearle una posición en una arriesgada maniobra? ¿Siente temor de un choque? En 1985, en los Estados Unidos, los Unser padre e hijo disputaron hasta la última carrera el título de la actual Indy Car. Lo ganó Unser Senior. Nada que ver con el caso de los Bessone. Por eso, Tito toma una posición paternalista sobre la situación. “Voy a disfrutarlo y cuídarlo a Figgo”, avisa por las dudas.
Antes de largar el domingo la única carrera final del TC2000 a 35 minutos más una vuelta, el Bessone papá ya le ganó Bessone piloto.
Fotos: Prensa TC2000
