NORBERTO FONTANA y su Torino de TC se encontraron con el “Torino” del equipo argentino de Copa Davis, Juan Ignacio Chela.
-Hola, Juan, ¿cómo te va?
-Hola, Norberto, mucho gusto.
-Tenemos un amigo en común, el Pelado Gustavo, el masajista. Yo me lo llevé al Dakar este año.
-Uy, qué fierro… ¿Cuánto cuesta?
-Con todo, más o menos 150 mil dólares. ¿No te subirías?
-Un Torino así me compraría. ¿Y vos? ¿No agarrás la raqueta?
-Ahora no, pero en Europa, cuando la lluvia no nos permitía entrenarnos, jugábamos tenis indoor. Mi compañero era Jarno Trulli, que todavía corre en Fórmula 1. Yop agarro la raqueta cuando vos agarrés el volante.
-¡Uy! No me animo a manejarlo… Soy un peligro, puedo hacer cualquier desastre.
-Cuando estés en Buenos Aires te invito a ver una carrera.
-Uh, ¿las gomas las usan así para correr?
-No, estas están gastadas… pero son así lisas.
El encuentro sucedió en el estadio Mary Terán de Weiss, en el Parque Roca, tras el sorteo de la serie Argentina-Kazajistán por cuartos de final de la Copa Davis.
Chela, 22° tenista del mundo, cobró reciente notoriedad en el reciente Abierto de Francia, el segundo Grand Slam del año, cuando estuvo a un paso de clasificarse a las semifinales. «¿Si me pone orgulloso que ahora me digan Torino? Eh… sí” reconoció.
El apodo surgió de manera casual cuando, marginado de una convocatoria para la Davis, la explicación que le dieron fue que “es difícil competir con un Torino contra los Fórmula 1”. Chela comenzó a twittear adjudicándose el apelativo, y la broma estalló en Roland Garros.
El encuentro terminó de manera singular:
-Fontana, ¿sos el Chela del automovilismo?-preguntó una habitual cronista de TV.
-Sí, ¿Por qué no?
-Chela, ¿sos el Fontana del automovilismo?
-¡Nooooooooo! El es mucho mejor, es muy bueno.
Foto: ypf.com
