«Desde la ACTC lo están siguiendo con lupa al Pincho Castellano y los motores Cherokee que está armando y que, vaya novedad, son unos misiles». VisionAuto puso el oído en un lugar indebido, y lo escuchó. ¿Sabés que fierro está en observación y al que le están haciendo marcación hombre a hombre?; en realidad son dos: la tapita de cilindros y el múltiple de admisión.
¡Cómo van a desconfiar del Zorro de Lobería!, hombre al que, como predica el jefe de la ACTC, Oscar Aventín, le corre sangre grupo TC RH positivo por las venas como indica el «manual del buen teceísta». No se puede olvidar que en un gesto de llamativa sinceridad, Castellano tiempo atrás, admitió sin anestesia y en público, que los motores Cherokee tenían ventajas sobre los Ford y Chivos. De ahí, al tijeretazo que les pegaron, pasó un rato nomás. Lo que no pasaron enseguida, fueron las muecas de fastidio e incredulidad de los popes del HAZ cuando se enteraron del «sincericidio» del Pincho que lo cometió porque «por sobretodo, está el Turismo Carretera».
Esos que gustan guardar en un rincón de la memoria, episodios jugosos deparados por el TC en su historia, traerán a la luz aquellos años de mitad de los 80 cuando Castellano se convirtió en el polo opositor a los designios de la dirigencia de la ACTC, por entonces ya inducida por el Puma….
Castellano supo erigirse en el antisistema de esa época dorada, pero el paso del tiempo lo convirtió en un soldado de los más defensores de la «sagrada causa» del TC…
¿Qué tendrá la tapa?.