«ORESTE ES EL NÚMERO 1».

La palabra de Horacio Pagani, pronunciadas desde un video emotivo y conmovedor, no necesitaron ser sometidas a juicio: los fanáticos que copaban la carpa de homenaje a Oreste Berta en la fabulosa Autoclásica 2022 estaban absolutamente de acuerdo y quienes no irrumpieron en aplausos era porque, simplemente,  lagrimeaban…

Oreste Berta acaba de cumplir 84 años y el automovilismo argentino ha sabido tributarle un sinfín de homenajes en vida. A este, el Mago de Alta Gracia no concurrió, probablemente porque –con toda la razón- ya dijo todo lo que tenía que decir, después de haber hecho todo lo que tenía que hacer. En su representación estaba Bryan, uno de sus hijos, que no paró de agradecer el tocante homenaje, que arrancó con una nota altísima.

El Torino nº 3 de Nurburgring, que estaba expuesto en el stand del Museo Fangio –otro sitio de esplendor dentro de la exposición- llegaba a la carpa ronroneando bajo la conducción de, nada menos, Franco Colapinto, el piloto argentino que sueña con el título de la Fórmula 3 Europea en 2023 y la Fórmula 1 en un futuro mediato…

Unos cuantos de los pilotos que trabajaron con Oreste o lo admiraron estuvieron: desde los ya veteranísimos Ángel Monguzzi (cumplió frescos 83 el 8 de este mes y recibió el cariño de muchos) y Jorge Juan Ternengo, al inefable Miguel Angel Guerra, sin olvidar al Loco Juan Carlos Giacchino o el uruguayo Pedro Passadore, entre otros.

La solvente conducción de Raúl Barceló (un entrañable amigo de VA) fue repasando los innumerables hitos técnicos y deportivos de Berta, muchos de los cuales estaban atestiguados en los coches que engalanaban la muestra, como la réplica del Berta LR propiedad de Torcuato Iriarte, el primer Torino TC que debutó en San Pedro 1967, la Renault Fuego campeona de TC2000 en 1991 en manos del Flaco Traverso, el Berta MkII de Fórmula 2 campeón en 1979 con Miguel Ángel De Guidi (un auto cuya restauración le reclamó años de amor y entusiasmo a su dueño, Miguel Bottini) y el Mecánica Argentina Fórmula 1 con que Luis Di Palma fue campeón argentino en 1974, entre tantos otros…

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Fue una hora a corazón abierto. Hubo aplausos para todos, para cada anécdota (porque todos querían contar algo en especial relacionado con Oreste), una hora en la que la nostalgia corrió a fondo, sin preocuparse por las curvas. Sergio Rinland, exdiseñador de Fórmula 1, recién llegado de Inglaterra, lo sintetizó en una sola frase: “Oreste era el ídolo de todos los que queríamos hacer autos de carrera”.

Quizás es bueno que lo aprendan los más chicos, los que llegan al automovilismo a través del streaming o las redes: Berta, el técnico argentino de mayor importancia en la historia del automovilismo nacional, habría sido Ferrari de haber nacido en Italia o Colin Chapman de haberlo hecho en Inglaterra. Pero nació acá y es un orgullo para todos los que amamos el automovilismo argentino. Construyó coches de ensueño, de todas las categorías: Fórmula 1, Sport Prototipo, para acá y para correr en los Mundiales, y acaso nació demasiado pronto en este rincón del mundo y por eso tuvo que lidiar con inconvenientes de infraestructura que ya no existen. ¿Quién sabe qué podría haber hecho Berta de haber nacido 30 años después?

Quizás hubiera hecho lo que Horacio Pagani: una marca de automóviles ya legendaria y reputada en el mundo. Y Oreste es el ídolo de Pagani, que no tiene empacho en admitirlo desde el video: “Oreste es el número 1”.

Y es nuestro, ¡carajo! ¡Es nuestro!

 

Aquí abajo, una galería de fotografías de algunos de los coches expuestos en el Espacio Homenaje a Oreste Berta en Autoclásica 2022:

La réplica del Berta LR
El Fórmula 1 de Luis Di Palma de 1974
El célebre «Ratón Escandaloso» (¡un Gordini de TC!) y el primer Torino de TC
El Fórmula 2 de Miguel De Guidi
Dos épocas del TC2000: la Fuego y el Focus.
El Berta SP campeón de 1972 con Di Palma
La famosa Liebre II, campeona de TC en 1967 con Eduardo Copello
La última encarnación del Berta LR: motor Ford Maverick para Luis Pereira Bueno en Brasil, campeón 1975.
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