DEFINICIÓN EMOCIONANTE Y EMOTIVA.

 “Pensaba que la carrera del Mouras en la que gané el título de TC en 2017 era insuperable, pero ésta la superó”.

Con esas palabras, invadidas por la emoción del recuerdo de su padre, Agustín Canapino contó sus sensaciones una vez convertido, con su tercer puesto en el Gálvez bicampeón del Súper TC 2000 y devolver así a Chevrolet, un título que no festejaba desde 2016, también gracias al Titán.

¡Somos campeones!, el festejo de Agustín con integrantes del equipo (Foto equipo YPF Chevrolet)
Áspera y al límite pero correcta, fue la lucha entre Canapino y Fineschi. Mantener detrás al piloto de Renault resultó importante para las pretensiones del Titán.
Otro de los momentos mas atrapantes de la carrera. Llueve con intensidad en el último tramo. Fineschi echa el resto ante Canapino, atrás Pernia. (Foto equipo YPF Chevrolet).

Hubo diferencia entre aquella recordada carrera del TC y la que el Gálvez cerró la temporada del Súper TC 2000. Aquel radiante domingo en el Mouras, Agustín jugó al ataque porque necesitaba avanzar varias posiciones para superar a Facundo Ardusso. Lo consiguió por apenas 0,25 puntos. En cambio, en el Súper a partir que la lluvia consolidó su presencia a mitad de carrera, Agustin debió jugar a la defensiva para evitar que Damián Fineschi repitiese la arremetida de Pernía y complicase más el camino a la coronación.

“Quiero agradecer a Chevrolet y a todo el equipo Pro Racing, por haber confiado en mi viejo para iniciar este proyecto. Le puso todo lo que tenía, y lamento mucho no haber podido festejar este título con él. Siento que me acompañó muchísimo y me acordé de él en todas las vueltas, sobre todo cuando se largó a llover muy fuerte, porque ahí la carrera se puso más difícil. Fue una definición terrible, con mucha adrenalina. Gracias al trabajo que hicimos junto a todo el equipo, sobrevivimos y llegamos terceros. Sentí que mi viejo me acompañó toda la carrera y compartí este título con mi hermano».

Una gran largada completada en la vuelta inicial con precisos sobrepasos a Canapino y Fineschi colocaron a Santero al frente. No paró hasta lograr su  segunda victoria en la categoría, que el aseguró el tercer puesto en el campeonato.

De esa manera, Agustín definió las especiales vivencias emocionales y deportivas experimentadas durante una carrera (de lo mejor de los últimos tiempos, cargada de tensión), en la que su conocido espíritu combativo y gran temple para enfrentar situaciones difíciles, resultaron determinantes para el final con festejos. También lo fue ese riesgo, para algunos innecesario, que tomó en la áspera defensa contra el primer ataque de Fineshi, pero que al final resultó decisivo para contenerlo en las últimas vueltas. Para destacar la correcta actuación del quilmeño que jugó todas su cartas pero sin excederse en las partidas. También el elogio extensivo a la impecable labor del ganador Julián Santero (Toyota Corolla), inaugurada con una brillante vuelta inicial que del cuarto puesto lo proyectó a la punta.

«Te pertenezco», pareciera reconocer Agustín hacia su Cruze que lleva la firma de Alberto Canapino en la trompa (Foto Chevrolet YPF)
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Canapino un merecido campeón. Y Pernia, un digno escolta. Fieles a sus estilos, Leo se jugó con todo hasta el final. No se le dio pero como el mismo reconoció “así son las carreras”. Y así fue una carrera que puso un brillante cierre deportivo a la temporada del Súper TC 2000. Ojalá sirva de incentivo para aclarar su incierto futuro.

 

 

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