UN FESTEJO ESPERADO.

Michael Schumacher dio pasos más acelerados que Mick en su camino a la Fórmula 1. Del Mundial de Resistencia con Sauber-Mercedes Benz accedió  directamente en 1991 a su debut con Benetton a los 22 años. Por eso nunca pasó por la Fórmula 2, la categoría que a los 21 años acaba de consagrar a su hijo como nuevo monarca. Un pergamino importante para exhibir a su llegada a la Máxima pero que Mick no necesitaba ya que desde hace uno días tiene asegurado una de las butacas el equipo Haas. Y un pergamino que tampoco es garantía de ascenso. Hay muchos ejemplos. El más reciente es el holandés Nick de Vries, monarca 2019, que no encontró lugar y debió emigrar a la Fórmula E. Por muchas circunstancias no fue el caso de Mick.

Mick venció en Monza y Sochi y subió otras diez veces al podio en su campaña con el equipo Prema Racing. El piloto alemán superó por 11 puntos  (215 a 204) a l británico Callum Illot.

 

No por esperada dejó de ser algo angustiosa esta coronación de Schumacher Junior. Si bien la ventaja de 14 puntos con 17 en juego sobre el británico Callum Illot le otorgaba cierta tranquilidad, un ligero despiste colocó algo de incertidumbre que se diluyó cuando Illot no tuvo la contundencia para avanzar rumbo a la victoria. Finalmente a Mick le bastó un opaco 18° puesto en la carrera que en Bahrein ganó el representante de India Jehan Daruvala. Ese triunfo lo necesitaba el inglés Calum Illot para desplazar a hijo de Michael. Apenas llegó 11°.

“Sufrí bastante y hubiese sido mejor si hubiera hecho una buena carrera pero hice lo suficiente para ser campeón y esto se lo debo todo al equipo Prema. No sé ni qué pasó, sabía que el viento haría complicada la carrera, pero llegué a la Curva 4 y me pasé de frenada, esa es la única verdad. Comprometí mi carrera, intenté aguantar delante de Callum pero entendí que con esa rueda no podría terminar la carrera y por eso entré a boxes», contó Mick, ya distendido por el final feliz.

Este nuevo titulo de Mick  se suma al obtenido en la Fórmula 3 Europea en 2018. Ahora lo espera la Formula 1, el verdadero examen para medir sus reales condiciones.

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