¿PUDO CALIFICARSE COMO CARENTE DEL INTERÉS Y SIN LA DESCARGA DE ADRENALINA HABITUAL, A UNA CARRERA DE TURISMO CARRETERA EN EL TEMPLO DE LA VELOCIDAD?
No resulta nada frecuente. Sin embargo a la luz de lo arrojado por la segunda visita al Juan R. Báscolo del Club Atlético Rafaela, donde se van notado obras para mejorar al histórico circuito y sus instalaciones, pudo afirmarse que aún circulando cercanos a los 290 km/h los autos, incluyendo acciones reñidas en el medio del pelotón y dos palazos contra los paredones, el espectáculo no satisfizo como habrás esperado.
Sí, uno desde abajo, la hace fácil. El análisis acaso pueda resultar parcial; ahora, percibiéndose lo sucedido arriba de cada coche, el panorama sin ese dato el análisis resulte incompleto.
¿Adonde apunto?; a la demoledora tercera victoria anual de Mariano Werner, clave ante la instancia actual en la Copa de Oro Río Uruguay Seguros, con tan sólo dos fechas por dilucidarse (Toay, La Pampa y El Villicum, San Juan).
El funcionamiento del Ford del Fadel Memo Corse, intachable, demoledor, sumado al manejo imperturbable de Werner; sagaz y convincente para que sus rivales entendieran pronto el «mensaje» con señal emisora ubicada en el hirviente pie derecho de Werner (la temperatura en los habitáculos, rondó los 58°C. Apropiado de la pole, serie inicial, las 25 vueltas de la final, salvo un imprevisto mayúsculo, nada podría soplarle la victoria a Mariano (acumula 24 en su trayectoria).
Y se la tomó de un sólo trago
Pudo pensarse que fue una de las carreras de TC, con las entradas más caras del año y de la historia con Werner en pista. Copó la pole y la serie que como la final, sólo «duró» poco más de 300 metros. Los suficientes, para que Mariano le marcara territorio a sus circunstanciales rivales a la par, superándolos en la arrancada con personalidad y rigor, al volante del Ford, el auto más caro del Turismo Carretera.
Corredores y el ambiente, nunca dejan de reiterar aquello de los «conjuntos», refiriéndose a las razones de los éxitos. Es decir, pilotos, motoristas, chasistas, ingenieros, mecánicos, patrocinantes, familias y desde ya, los autos. La suma de esos factores, dan como resultado los éxitos. Es invariable. Sin embargo, puede mencionarse en voz baja, pero jamás es contado como una parte más del famoso conjunto. Y es la billetera, el respaldo económico. En absoluto se descubre la pólvora al recordarse que el automovilismo es un deporte/espectáculo donde los coches no se mueven sólo a nafta (en el país al TC no le falta, como le ocurre a millones de argentinos simples ciudadanos; insoportable). Se mueven a fuerza de dinero y de mucho dinero en ciertos casos.
«Siempre hemos tenido un gran auto en lo que va del ´23, así como un equipo con un nivel tremendo para respaldarme; Marcelo (Occhionero, Rody Agut el motorista, Bruno Santoro con los frenos, ingenieros y mecánicos que trabajan muy duro). Este año, tengo un gran equipo que me respalda con todo», remarca el entrerriano. «Perdimos puntos en San Luis y San Nicolás, pero siempre el potencial del auto estuvo y lo confirmamos en Rafaela, seguimos metidos a fondo para pelear el campeonato”, mandó Werner en Rafaela, luego del saludo con Chiqui Tapia, titular de la AFA también presente con la Copa del Mundo en el óvalo rafaelino.
Es el caso del Fadel Memo Corse, Marcelo Occhionero asoma como cerebro financiero y coordinador del funcionamiento general, y Werner se ocupa de los que mejor hace: manejar como un rayo, no equivocarse casi nunca, y además por sino alcanzara, volcar sus conocimientos y experiencia mecánica con mano propia sobre el mismo Ford. Ante la participación de Werner en otras categorías, TC Pick Up sumado a las presencias en la Serie Pirelli Trans Am que van a continuar en 2024, «la prioridad es una sin dudas, y la tiene el TC», ha suscripto Occhionero ante visionauto.
Y como tal, y ni hablar tratándose de la seguidilla final de cinco carreras por la Copa de Oro Río Uruguay Seguros, la dupla Werner-Occhionero como en desenlaces similares en temporadas anteriores, se ha vestido con sus mejores y más costosas galas para afrontar la serie y a los oponentes más encumbrados. A modo de muy módico ejemplo: tres motores clonados cero kaeme, dos cajas de velocidades nuevas y armadas, tres trompas y partes de carrocería, discos de frenos, mangueras, reemplazo de partes vitales com ejemplo, pistones, carrera tras carrera; pastillas de freno nuevas en cada fecha, elaboradas por el gurú de los frenos, Bruno Santoro; elementos periféricos del impulsor. No les falta nada y eso, también sirve para marcar diferencias al momento de correr. No asoma otro equipo que cuente con la vara tan alta en materia de soporte económico, una diferencia que puede inclinar la balanza.
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“Siempre hemos tenido un gran auto este año, tengo un gran equipo que me respalda lo mismo que Rody Agut con los motores, y el apoyo de Bruno Santoro en los frenos. Perdimos puntos en San Luis y en San Nicolás, pero siempre el potencial del auto estuvo y lo confirmamos en Rafaela, seguimos metidos a fondo para pelear el campeonato”, mandó Werner uno de los que se saludó con el Chiqui Tapia, titular de la AFA, presente con la Copa del Mundo.
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SALVADOR, NUEVO INTEGRANTE DEL EQUIPO
“Estamos bien, de todas maneras no hay que confiarse -considera el entrerriano-, dejamos todo siempre, ya lo dije, cuento con un gran equipo al que ahora debo sumar a Salvador, mi hijo mayor. Me dijo “papá llévame a Rafaela que vas a ganar! Y tiene recién 6 años!. Ahora tendré que llevarlo siempre je!».
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(Especial de visionauto desde Rafaela)
Fotos: visionauto
