ASTON MARTIN CONMEMORA SU CENTENARIO produciendo autos de lujo y VA acertó a compartir una de las celebraciones.

Ciento cincuenta Aston Martin en total para apreciar en la mañana londinense.

 

Domingo a la mañana en los jardines del Palacio de Kensington, en el Hyde Park londinense, en pleno verano inglés. El paseo distendido por el lugar desemboca justo en el centro de una celebración desbordante de exquisitez. Unos 150 modelos distintos producidos por Aston Martin desde 1921 hasta la fecha, centellean bajo el sol, prolijamente ordenados. No hace frío a punto de congelación como en el TC de Buenos Aires ni nieva como en el TC2000 en Olavarría, a la misma hora; la temperatura roza los 30º, y nadie corre, salvo para tomarse alguna fotografía.

 

El CC100 Speedster Concept, basado en el DBR1 de 1959.

 

Alineados en una larga fila, 101 autos distintos representan la línea del tiempo en la producción siempre artesanal de la marca creada por Lionel Martin en 1913 y propiedad desde 2007 del consorcio que lidera Sir David Richards (el dueño de Prodrive), comenzando con el A3 de 1921 –el modelo más antiguo de la marca en existencia– y terminando con el CC100 Speedster Concept.

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El Lola-Aston Martin de 1967, que John Surtees llevó a Le Mans.

 

Un pabellón dedicado a la memoria de Allan Simonsen, el volante danés que perdió la vida recientemente en las 24 Horas de Le Mans, fue dedicado a los Aston Martin de competición, con 23 modelos famosos como el DBR1, vencedor en Le Mans 1959, el LolaT70-Aston Martin de 1967, el Nimrod (1983) y el AMR1 (1989) del exitoso Grupo C, y el V8 Vantage GTE que fue al podio en la clase GTE Pro de la última edición de Le Mans.

 

El AMR1 de Grupo C de 1989; atrás el Nimrod de 1983.

 

Más atrás, otra serie de 19 autos destacados por la marca, que no llega a producir 10 mil unidades por año, muestra la dirección moderna que la firma tomó en los últimos años y, por supuesto, no podía faltar un pabellón dedicado al usuario más famoso de Aston Martin: James Bond, el agente 007.

 

Imposible ignorar la tentación...

 

Entre los siete modelos exhibidos en el pabellón, figuró el clásico DB5, que reapareción en Skyfall, la última película de la saga.

El famosísimo DB5 de James Bond.

 

Por supuesto, todo consumido con la típica parsimonia británica, haciendo picnic en el césped, bebiendo champán en copas de plástico, con el sonido de fondo de una banda que, como no podía ser de otra manera, toca los clásicos de Bond que el cine hizo famosos.

...y la banda siguió tocando los clásicos de Bond en pleno Hyde Park.

 

Fierros nobles y asociados a la nobleza. Una mañana de domingo muy distinta a las que estamos acostumbrados a vivir con el automovilismo en la Argentina.

Texto y fotos: Pablo Vignone (en Londres)

Junto al Vantage V8 GTE que terminó en el podio en su clase en las recientes 24 Horas de Le Mans.

 

 

 

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4 COMENTARIOS

  1. No se habló más sobre la muerte de Allan Simonsen..¿tiene alguna información sobre las causas de este extraño accidente,que por lo que se vió en TV,no era para ser fatal?..

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