EL DIA DESPUÉS

Poco a poco, el automovilismo mundial y la Fórmula 1 en especial, se van recomponiendo del sacudón que significó la noticia del pase de Lewis Hamilton a Ferrari a partir de la temporada 2025. “El pase del siglo” titularon con cierta exageración y sin esforzar la creatividad varios medios internacionales. Lo cierto es que es el pase de la Fórmula 1 que hizo más ruido desde que en 2015, el entonces cuádruple campeón Sebastian Vettel dejó Red Bull para ponerse el buzo rojo de Ferrari. ¿Podemos imaginar en el futuro una movida similar con Max Verstappen saltando de Red Bulll a Ferrari?

Por encima de declaraciones, Charles Leclerc no habrá recibido con mucha alegria la llegada de Hamilton como compañero en 2025. Una llegada que afectará su intención de ser el piloto prioritario en el equipo Ferrari.

Por ahora es inimaginable ver en el futuro a Max vestido de Ferrari. Pero claro hasta hace poco también era inimaqinable pensar que Hamilton podía desembarcar en Ferrari y con 40 años, como tendrá cuando llegue a principios del 2025. Salvo para Helmut Marko, el picante y “vidente” asesor deportivo de Red Rull, quien en mayo pasado predijo que “en el futuro veo a Hamilton vestido con el rojo de Ferrari…” Pareció una de sus tantas provocadoras frases. No lo fue esta vez.

Coincidentemente de ese pasado mayo, data una reunión de Hamilton con Frederic Vasseur, el director deportivo de Ferrari. No hubo presentaciones porque se conocían de años anteriores en una exitosa relación piloto-director de equipo que con los autos del ART le permitieron a Lewis ganar los títulos de Fórmula 3 y Fórmula 2 que lo proyectaron al equipo McLaren de Fórmula 1. Esa buena relación le posibilitó a Vasseur conocer las intenciones de Hamilton de renovar con Mercedes por dos años y también la claúsula de rescisión tras la primera temporada, ó sea la actual del 2024. Una exigencia de Lewis al firmar la renovación. Se ve que algo tenía en mente.

Este buen dato Vasseur se lo trasladó a John Elkann, el presidente de Ferrari, quien como admirador de Hamilton, reiteradamente le había transmitido a Frederic sus ganas de tener a Lewis en el equipo, Con la “puertita abierta” de un 2025 a negociar con Mercedes por parte de Hamilton, Elkann le dio carta libre a Vasseur para convencer a Lewis para que se vista de rojo. A esta altura vale señalar que la avanzada Elkann-Vasseur para lograr el Si de Hamilton hizo recordar la que en 1995 formaron Luca de Montezemolo, por entonces presidente de Ferrari y Jean Todt director del equipo de Maranello en Fórmula 1, para convencer a Michael Schumacher y llevarlo de un por esos tiempos equipo ganador como Benetton (fue campeón en 1994 y 1995) a Ferrari, que no festejaba un título de pilotos desde 1979 con Jody Scheckter.

John Elkann y Frederic Vasseur furon dos personas clave en las negociaciones. El presidente de Ferrari, por su ganas de contratar a Hamilton y la facilitaciión de recuersos..Vasseur, por su cercania con el inglés y la insistencia en las conversaciones.

El cierre 2023 en Abu Dhab mostró otra nueva reunión entre Hamilton y Vasseur.Con propuestas deportivas y económicas concretas, avanzaron las negociaciones con tanto hermetismo que el anuncio oficial del jueves 1 de febrero sacudió al ambiente y sorprendió a la mayoría. Toto Wolff, jefe deportivo de Mercedes Benz estuvo entre las excepciones. “No me sorprendió el anuncio de Lewis y me costó unos días, digerirlo” reconoció. También Charles Leclerc y Carlos Sainz admitieron conocer unas semanas  antes del anuncio oficial de una noticia que seguramente no les cayó nada bien. Al monegasco porque tendrá que convivir con un rival de primerismo nivel, ultracompetitivo y que tal vez tenga la prioridad en la lucha por el título si es que esta se presenta. Al español, porque le crea la obligación de buscarse una buena butaca para el 2025 y hacer una digno 2024 en un equipo que no lo tiene en cuenta.

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Informado como plurianual, el contrato real de Hamilton es por dos años con un lindo “sueldito” 50 millones de dólares por temporada. En cambio Leclerc recibe “apenas” 30 millones. Sin quitarle el lugar destacado que el dinero ocupa, tal vez esos millones no representan lo más importante para quien como Hamilton amasó una  de las fortunas más grandes en la historia de la Fórmula 1. Como bien lo dijo en sus primeras declaraciones, su llegada a Ferrari tiene el impulso de un gran desafío. Es el de ponerle rúbrica a una campaña excepcional en el equipo que es símbolo de la Fórmula 1. El octavo título, que lo consagraría como el monarca más exitoso, sería la frutilla de un postre ya comienza a degustar y a beneficiarse esta Fórmula 1, necesitada de un golpe de efecto de tamaña dimensión para combatir el temor al aburrimiento por un nuevo monopolio de Max Vertappen, que muchos anticipan parta esta temporada.

 

 

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